Conducir bajo los efectos del alcohol es uno de los mayores tabús de la sociedad, pero salir a la carretera después de una noche de juerga puede ser igual de peligroso. Con tanta gente bebiendo más alcohol de lo habitual durante la Navidad, se convierte en una época crítica, tanto para conductores como para peatones.
Es ahí donde entra en juego el traje de conducción de Ford con resaca. Con un peso de más de 17 kilos, está compuesto por un chaleco especial, pesas de muñeca y tobillo, gorra, gafas y unos auriculares. Todos estos elementos combinados simulan los síntomas clásicos de fatiga, mareo, sensación de cabeza palpitante y dificultad para concentrarse.
“El traje de conducción con resaca muestra lo mucho que puede debilitar al conductor ponerse al volante al día siguiente de consumir alcohol, y el riesgo que conducir en ese estado puede representar para todos los usuarios de la carretera”, explica Jim Graham, director de Ford: conduce tu vida.
Incluso, cuando los conductores no superan la tasa límite de alcohol permitida, siguen representando un riesgo que puede ser tan alto como el que suponen los conductores que conducen bajo los efectos del alcohol, ya que son conductores con déficit de sueño, algo que afecta a sus tiempos de reacción.
Anterioremente, Ford colaboró con el Instituto Meyer Hentschel para producir un traje de conducción bajo los efectos del alcohol y otro bajo los efectos de las drogas. Ahora, Ford, a través de su programa Ford: Conduce tu Vida, ofrece cursos de conducción gratuitos a conductores jóvenes. A finales de 2016, este programa habrá facilitado formación teórica y práctica a más de 20.000 conductores de 13 países europeos.