El Ford Puma cambia de concepto. Adiós cupé compacto, hola SUV urbano. Eso sí, mantiene el aspecto deportivo.
Nos trasladamos hasta Dusseldorf (Alemania) para asistir al renacimiento de una leyenda. La marca del óvalo recupera el Ford Puma, una histórica referencia que ahora transforma en un SUV urbano de aspiraciones muy deportivas. En parado así lo demuestra. Deseosos estamos de poder conducirlo.
“En un principio, nuestra intención no fue la de bautizarle como Ford Puma, pero este nombre llegó de forma natural. Un día, alguien lo escribió sobre uno de los primeros bocetos y el resto lo aceptamos hasta que, de nuevo, se creó esa conexión emocional que nos ha llevado hasta hoy”. Con esta frase nos recibió un estudio oculto el jefe de diseño interior de Ford, Jens Sieber.
No es que fuera su primera frase al presentarse, pero sí fue su primera respuesta, consciente de que el inicio de nuestra charla se encaminaría hacia el “¿por qué Ford Puma?”. Convencidos o no, lo cierto es que Ford se suma al tren de los fabricantes que han resucitado una denominación mítica.
Así han regresado los MINI, Fiat Tipo, Fiat 500 o Fiat 124 Spider, y más recientemente el Mitsubishi Eclipse o el Toyota Supra (reconvertido en GR Supra por temas legales) son algunos de los más representativos. Sin embargo, Ford, al igual que ya hiciera Mitsubishi, ha decidido cambiar radicalmente el concepto de su modelo que dio a conocer una denominación, colocándole directamente en el vagón de los SUV. No lo tendrá fácil, estos son los rivales que se encontrará y a los que se tendrá que imponer.
Herencia deportiva
Para quien no lo recuerde, el Ford Puma fue aquel cupé de tres puertas con un diseño redondeado, atrevido y muy deportivo que llegó al mercado con el objetivo de agitar un segmento en alza por aquel entonces, el de los cupés urbanos.
Sin embargo, fue un vehículo que no logró cuajar del todo (muchos dicen que por su elevado precio), y cuatro años después de su lanzamiento, en 2001, Ford cesaba su producción. Pese a todo, el Ford Puma dejó un poso importante en todos sus propietarios y ahora es un modelo apreciado en el mercado de ocasión.
Ahora, casi dos décadas después, el nombre Puma regresa con las mismas intenciones, dar un golpe en la mesa en una categoría que, al igual que entonces, se encuentra en un momento dulce: el de los todocaminos urbanos.
Para ello, los diseñadores de Ford nos presentan un vehículo compacto que se situará entre medias de los Ford EcoSport y Ford Kuga (sus dimensiones exactas no han sido facilitadas). No obstante, su silueta ofrece un dinamismo superior al de sus dos hermanos, reminiscencia de aquel cupé antes mencionado.
Así es por fuera
Más allá de la primera sorpresa que nos llevamos al contemplarlo por primera vez, lo cierto es que no hay un punto que destaque por encima del resto. Lejos de sonar como desventaja, la realidad es que nuestros ojos están en constante movimiento.
Desde el frontal, con unos faros grandes y ovalados (heredados del Ford GT), secundados por la típica parrilla trapezoidal o por un voluptuoso capó, hasta la zaga, con una firma lumínica distintiva o un paragolpes que prácticamente ocupa la totalidad de esta zona y en cuyo difusor aparece una única y solitaria salida de escape.
Tampoco desmerece su vista lateral, con unas formas redondeadas pero musculosas gracias, en parte, a los abultados pasos de rueda o a las marcadas líneas de tensión. Las llantas de 19 pulgadas (opcionales), el pilar A más inclinado e, incluso, el llamativo color azul Blazer, consiguen dotarle de un halo especial.
Todo sea dicho que la unidad contemplada viene ataviada con el acabado ST Line, con detalles exclusivos y el carácter más deportivo de una gama que también estará compuesta por las líneas Titanium y ST Line X. La marca descarta el Vignale por no casar con las aspiraciones del modelo.
Aires de familia
Todo lo sorprendente que resulta por fuera se torna en un ambiente conocido por dentro. En Ford han seguido la máxima de “si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?” y este Ford Puma hereda el mismo puesto de conducción que ya estrenara el Ford Fiesta hace algo más de tres años y posteriormente se implantara tanto en el Ford Focus como el Ford Kuga que llegará durante esta segunda mitad de año.
No obstante, el SUV urbano sí ofrece soluciones inéditas como son el cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas (que también vimos en el Kuga) o la función de masaje para los asientos delanteros (elemento exclusivo de su segmento) que, según los ingenieros de la marca permitirá afrontar largos viajes sin notar apenas fatiga.
Como complemento (de momento solo para el acabado Titanium), tanto las butacas delanteras como las traseras contarán con fundas extraíbles y lavables que, además, aumentarán las posibilidades de personalización del vehículo.
La pantalla central, de 8,0 pulgadas, integra la última actualización del sistema multimedia SYNC3 ya que la conectividad mediante Apple CarPlay o Android Auto ahora podrá carecer de cables de conexión. Para asegurar el rendimiento del dispositivo, se oferta opcionalmente un sistema de carga inalámbrica situado en la parte inferior de la consola central.
Pozo sin fondo
Un detalle que probablemente llame la atención de los futuros compradores del Ford Puma sea, sin duda, su modularidad. Quizá pueda resultar chocante de primeras, pero lo cierto es que en sus poco más de cuatro metros de largo, el SUV urbano deportivo de Ford esconde todo un mundo de posibilidades.
La zona trasera es apta para dos adultos de estatura media. Tres cabrán, pero irán más incómodos, sobre todo en lo que a anchura para los hombros se refiere.
Sin embargo, la zona que atraerá todos los elogios será, sin duda, el maletero. Y es que la marca cifra su hueco en nada menos que 456 litros. Un volumen que le convierte en el mejor de su categoría. Ahora bien, este hueco esconde un truco.
Accedemos a él mediante un portón eléctrico con función manos libres y lo primero que vemos es un hueco bastante correcto, pero lejos de la cifra que anuncian. Como en otros vehículos, la bandeja inferior se puede colocar en diferentes alturas. Del mismo modo, podemos abatir los respaldos traseros (en una proporción 60/40) y obtener un piso plano con una capacidad hasta de 1.216 litros.
Lo que el ojo no ve
Sin embargo, este Ford Puma se guarda un as en la manga. Descartando la opción de incorporar una segunda fila corredera, nuestra mirada se centra en la parte más profunda del piso. En el lugar habitual destinado a la rueda de repuesto, los diseñadores de Ford han colocado un compartimento de 763 mm de ancho por 752 de alto y 305 mm de profundidad que da como resultado 80 litros.
Una solución que, unida a la bandeja superior flexible e integrada en el parabrisas, permite colocar objetos hasta de 115 cm de alto (ideal para bolsas de golf o para bicis plegables). En nuestra demostración, fuimos capaces de meter una maleta gigante, dos grandes, una de mano y dos bolsas de deporte medianas.
No solo eso, este hueco aumenta su practicidad al haber sido construido bajo un material reciclado y lavable. Gracias a un desagüe colocado en su parte central, se podrá limpiar con un manguerazo. Quien se pregunte por la ubicación del kit antipinchazos, sencillo, se colocará bajo el asiento del copiloto.
Con micro-híbridadación
Respecto a la gama mecánica, la oferta inicial una vez llegue a nuestro mercado estará compuesta exclusivamente por versiones de gasolina siendo además el primero de la firma en ofrecer la tecnología micro-híbrida para más adelante implantarse en los Focus, Fiesta o Kuga.
En este sentido, el 1.0 EcoBoost de tres cilindros (galardonado por octava vez consecutiva como el “mejor motor de menos de 1,0 litros”) se combinará con el sistema BISG compuesto por un alternador/arrancador y una batería de 48 V. Un conjunto que no solo es capaz de recuperar energía sino que elimina el turbo-lag (retardo) gracias al par extra generado a bajas vueltas, el cual, en determinadas circunstancias puede llegar a suponer 50 Nm adicionales.
A elegir entre dos escalones de potencia 125 y 155 CV (el primero también podrá elegirse sin tecnología MHEV), homologan un consumo medio de 5,4 y 5,6 l/100 km, respectivamente, lo que implica unas emisiones de CO2 de 124 y 127 g/km. Datos que logra, además, gracias a la implantación del sistema de desconexión selectiva de cilindros y a un sistema de parada y arranque del motor que se activa desde los 15 km/h.
En una segunda fase, prevista para comienzos de 2020, la oferta de motores se completará con el diésel 1.5 EcoBlue de 120 CV.
En cuanto al tipo de transmisión, todos irán acoplados a una manual de seis relaciones, aunque con la llegada del diésel también aparecerá la caja automática de doble embrague y siete relaciones disponible para el gasolina de acceso sin tecnología BISG. Por último, desde Ford nos confirman que, a corto plazo, la electrificación total no entra en los planes de este Puma.
Opositor a líder del segmento
En el apartado dinámico, solo podemos reproducir lo explicado por los ingenieros durante la presentación estática. Según ellos, el Ford Puma se convertirá, a buen seguro, en uno de los referentes de su segmento en términos de diversión.
Contará con cinco programas de conducción: Eco, Normal, Sport, Slippery y Trail que modificarán tanto los parámetros del vehículo como el diseño del cuadro de instrumentos. Una de sus principales virtudes será el disponer de un centro de gravedad bajo, aumentando así la agilidad. No obstante, habrá que esperar hasta su presentación dinámica para confirmarlo o desmentirlo.
Ultra seguro
La seguridad ha sido otro de los aspectos claves a tratar. Dotado de 12 sensores ultrasónicos, tres radares y dos cámaras colocadas en lugares estratégicos del coche, el Ford Puma cuenta con el sistema Ford Co-Pilot360 formado por un amplísimo listado de asistentes a la conducción que le colocarán como uno de los más seguros de su categoría.
Entre los más destacados se encuentran el control de velocidad de crucero adaptativo con función Stop & Go (solo con la transmisión automática), el lector de señales de tráfico, la alerta activa por cambio involuntario de carril, el detector de objetos en el ángulo muerto, la alerta por circulación en sentido contrario, el asistente de evasión, la frenada de emergencia en ciudad con reconocimiento de peatones, el sistema de frenado post-colisión o la cámara trasera con ángulo de 180º.
De momento, Ford no ha facilitado los precios de un modelo en el que tiene puestas muchas esperanzas. Todavía habrá que esperar pero las primeras sensaciones ya han sido más que satisfactorias.
Texto: Karam el Shenawy // Fotos: Paloma Soria y Ford.
Así son las nuevas líneas del Ford Puma en movimiento
https://www.youtube.com/watch?v=6vXBNQEo52U
Ford Puma 1.0 Ecoboost 125 CV BISG ST Line
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 3 cilindros en línea, turbo |
CILINDRADA | 999 cm3 |
POTENCIA | 125 CV a 6.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 170 Nm entre 1.400 y 4.500 rpm |
VEL. MÁXIMA | N.D. |
ACELERACIÓN | N.D. |
CONSUMO | 5,4 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS (L/A/AL) | N.D. |
NEUMÁTICOS | N.D. |
PESO EN VACÍO | N.D. |
MALETERO | 456 l |
PRECIO BASE | N.D. |
LANZAMIENTO | Finales de 2019 |