Ford Focus 1.5 TDCi 120 CV y Renault Mégane 1.5 dCi 110 CV son dos veteranos del segmento de los compactos que aún tienen mucho que ofrecer.
El segmento de los compactos es uno de los más reñidos. Tanto que a las renovaciones de los modelos se suman nuevas versiones y equipamientos que sustentan su competitividad. Comparamos dos nombres veteranos que se mantienen como apuestas seguras.
Ford Focus 1.5 TDCi 120 CV y Renault Mégane 1.5 dCi 110 CV son dos de los modelos que figuran en las quinielas cuando uno piensa en comprar coche compacto. Es más, a menudo la balanza se decanta hacia uno de ellos solo por detalles.
Habitan en el espacio del mercado más disputado y de ahí que sus protagonistas (SEAT León, Opel Astra, Hyundai i30, Citroën C4, Peugeot 308, Volkswagen Golf…) experimenten una renovación constante, pues destacar aquí resulta complejo.
La última versión del Ford Focus, por ejemplo, apareció hace más de dos años, aunque con los refrescos practicados no le pesa el tiempo. Mientras, el último Renault Mégane destacó desde el primer momento por su arsenal tecnológico.
Ambos son vehículos equilibrados por comportamiento, confort y equipamiento; y exigen precios ajustados, que suelen ir acompañados de generosas promociones para hacerlos irresistibles.
En este enfrentamiento hemos optado por opciones mecánicas medias de gasóleo. Aquellas que interesan a quienes priman el precio en vehículos prácticos, seguros, sin excesivas prestaciones pero con bajos consumos, capaces de satisfacer en su cometido urbanita sin arrastrar complejos para viajar.
Ya en los interiores, más de lo mismo, con un Renault Mégane 1.5 dCi 110 CV que presume de componente tecnológico a partir de una pantalla táctil de 8,7 pulgadas en disposición vertical (va en el centro del salpicadero). A ésta le acompañan unos asientos de corte deportivo y tapizados en cuero, de serie en el acabado Bose.
Volviendo a la citada pantalla, aloja a su alrededor las salidas de aireación y los mandos del climatizador, que por cierto no incluyen visor (sus indicaciones quedan reflejadas en la pantalla).
Su manejo es similar al de una tableta, con menús, submenús y pestañas a los que hay que aclimatarse, pues para acceder a unos y otros hay que desplazarlos con los dedos y, al menos en un primer momento, terminar circulando demasiados metros con la mirada alejada del asfalto, si antes no nos detenemos.
Por cierto, el acabado ST-Line del Focus comparado enfatiza el aspecto deportivo del coche por fuera y por dentro, si bien sus asientos delanteros, con buena sujeción lateral, no alcanzan el nivel de excelencia de las butacas instaladas en el Renault.
Hablemos ahora del espacio interior, aspecto que valora, y mucho, el potencial comprador de un coche de este segmento.
Pues bien, en esta parcela el Ford Focus 1.5 TDCi 120 CV luce mejores cotas, tanto en las plazas delanteras como en las traseras; eso sí, a costa de ceder en la batalla del maletero: el Renault Mégane 1.5 dCi 110 CV garantiza 384 litros básicos, por los 363 que cubica su rival. Un apunte más: la calidad viene a ser la misma en uno y otro, aunque el del óvalo se aprecia un punto más robusto, tanto por materiales como por los ajustes de estos.
Entrando a la evaluación puramente mecánica, el Mégane probado con transmisión automática integra un selector con una última opción de uso manual, aún sin las cada vez más habituales levas de volante.
En conjunto trabaja bien, pero no acaba de convencer el retardo en la transición de engranajes que acostumbra a mostrar y que, en ciertas situaciones (quizá muchas), parece obligar al recurso manual para que el coche reaccione con más celeridad.
Por lo demás, el chasis adaptativo Multisense (contempla cinco opciones de conducción, una de ellas con respuesta personalizable), agrega una suspensión razonablemente firme (no incómoda) que determina un pisar bien equilibrado, sin apenas balanceos y con buena capacidad para filtrar las irregularidades del asfalto. Y añade una dirección bastante directa. El saldo es claro: se trata de un vehículo suave, con tono de buen rodador.
Por su parte, el Ford Focus garantiza mucha estabilidad a partir de un bastidor con suspensiones independientes. Un avanzado tren de rodaje, fiel a la mejor tradición Focus en este capítulo, con una dirección incluso más ágil y directa que en el Mégane, lo que deriva en una importante ganancia de maniobrabilidad.
Además, aún por poco el consumo le favorece: hemos registrado en el Focus una media real de 4,8 l/100 km (homologa 3,8) por los 5,1 l/100 que exige el Mégane (declara 3,7), casi con la misma capacidad mecánica y siendo solo 22 kg más pesado que su oponente.
Difícil elección: el Focus cuenta con mejor dinámica de conducción y con unos consumos algo más reducidos. El Mégane hará las delicias de los más tecnológicos.
Texto: Carlos Olmo.
Fotos: Paloma Soria.
Ford Focus 1.5 TDCi 120 CV | Renault Mégane 1.5 dCi 110 CV | |
Precio | 4 | 4 |
Prestaciones | 4 | 4 |
Comportamiento | 5 | 4 |
Consumo | 5 | 4 |
*5 es lo máximo, 1 lo mínimo
Tipo de motor | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.498 cm3 |
Potencia | 120 CV a 3.600 rpm |
Par | 270 Nm a 1.750 rpm |
Velocidad máxima | 196 km/h |
Aceleración | 10,5 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 3,5 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.358 / 1.823 / 1.484 mm |
Neumáticos | 205 / 50 R17 |
Peso en vacío | 1.364 kg |
Maletero | 363 l |
Precio base | 21.100 euros |
Tipo de motor | Diésel, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
Cilindrada | 1.461 cm3 |
Potencia | 110 CV a 4.000 rpm |
Par | 360 Nm a 1.750 rpm |
Velocidad máxima | 187 km/h |
Aceleración | 11,3 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 3,7 l/100 km (mixto) |
Medidas (L/An/Al) | 4.359 / 1.814 / 1.447 mm |
Neumáticos | 205 / 50 R 17 |
Peso en vacío | 1.386 kg |
Maletero | 384 l |
Precio base | 22.048 euros |
DE SERIE. Airbags delanteros, laterales y cortina; arranque sin llave; climatizador; asientos deportivos; anclajes Isofix; suspensión deportiva; faros diurnos y luces traseras LED; sensor automático de alumbrado; faros antiniebla; sistema de control de presión de los neumáticos; llantas de 17 pulgadas y elementos decorativos ST-Line.
OPCIONAL. Pintura Blanco (230 euros); navegador con pantalla táctil de 8 pulgadas+SYNC 3 (975 euros); cámara de visión trasera (200 euros); paquete Confort (500 euros); paquete Active Vision (550 euros); paquete City (600 euros); protector de puertas (150 euros) y rueda de repuesto mini (100 euros).
DE SERIE. Airbags delanteros laterales y cortina; sistema multimedia R-Link 2 con pantalla de 8 pulgadas y sistema de audio Bose; Android Auto y Apple CarPlay; retrovisor interior electrocrómico; climatizador bizona; cuadro de instrumentos de 7 pulgadas; sistema de arranque sin llave; anclajes Isofix; luces de conducción diurna y pilotos con tecnología LED; faros antiniebla; alerta de cambio involuntario de carril; control de presión de neumáticos; sistema de reconocimiento de señales; sensor de luces y lluvia; llantas de 17 pulgadas y cristales traseros oscurecidos.
OPCIONAL. Pintura metalizada (480 euros); pack Easy Parking (600 euros); Head-up display (350 euros); faros Full Lead (700 euros); pack Safety (600 euros); y rueda de repuesto de tamaño estándar (100 euros).