Global NCAP cumple 20 años realizando pruebas de choque frontales entre coches para certificar la seguridad de los automóviles que se venden en Europa. Para celebrarlo, han ideado un test especial para comparar la resistencia de un coche de 1998, año en el que se implantaron estas pruebas, con respecto al mismo modelo actual. Para ello se ha escogido a un superventas que aún se mantiene en el mercado actual: el Ford Fiesta .
20 años separan a ambos modelos y en todo este tiempo, gracias a los avances en materia de seguridad y a las mejoras en la fabricación, el Ford Fiesta actual acabó resistiendo mejor el impacto frontal a 64 km/h, salvaguardando lo más importante en estos casos: la integridad de las plazas donde viajan conductor y pasajeros.
La diferencia más palpable tras el choque, que los responsables de Global NCAP han publicado en sus redes sociales, es que la carrocería del Ford Fiesta de 1998 colapsa, llegando a deformar la parte delantera del habitáculo y aprisionando al conductor. El resultado es el grave riesgo de lesión importante para el conductor y el resto de ocupantes.
En cambio, el impacto en el nuevo Fiesta afecta sólo al capó y no llega al parabrisas ni deforma el salpicadero, por lo que la integridad del conductor queda garantizada. La mayor resistencia del parachoques, carrocería y chasis, exigidas gracias a las mejoras de la normativa de seguridad europea y a la implantación de estos test, ha logrado salvar 78.000 vidas desde 1997, según datos de Global NCAP.
Los 20 años de vigencia de la normativa europea sobre pruebas de choque ha ayudado además a reducir el número de accidentes mortales anuales en la UE, de 45.000 a mediados de los noventa a 25.000 actualmente. Además, las pruebas de choque frontal ODB de Europa se han exportado a otros países como Brasil, China, India o Malasia y a México llegarán el próximo año.
Esto permitirá que los coches actuales dejen de ser igual de vulnerables que los fabricados hace 20 años. David Ward, secretario general de la compañía, desveló además los planes de futuro en lo que respecta a los test de seguridad NCAP. “En los próximos 20 años, la seguridad del automóvil mejorará gracias a los sistemas electrónicos de asistencia a la conducción. Pasaremos de salvar vidas durante el choque a evitar el choque por completo”, explica.