Tener un monovolumen no implica renunciar al apartado del estilo. El Ford B-MAX Colour Edition combina, con acierto, inserciones de color negro en el techo, los retrovisores, los bordes de las ventanillas y las llantas opcionales, con una carrocería a elegir entre diez tonalidades. El resultado es un conjunto atractivo, diferente y que escapa de la monotonía. El coche queda rematado con un “spoiler” trasero de grandes dimensiones y lunas tintadas.
La personalización también llega al habitáculo. De forma opcional, el volante, los asientos, las alfombrillas y la palanca de cambios pueden adornarse con pespuntes de color “Marrón Cognac”. También con sobreprecio es el sistema de conectividad por voz “Ford SYNC”, con pantalla a color de 5,0 pulgadas y navegador.
Otra novedad en el Ford B-MAX es que, a partir de la primavera, dispondrá en su gama del motor de gasolina tricilíndrico y turboalimentado EcoBoost, de 1,0 litros y 140 CV. Con esta mecánica, que emplea el sistema “Auto-Start-Stop”, el coche acelera de 0 a 100 km/h en 10,4 segundos y se conforma con 5,0 litros cada 100 kilómetros en ciclo mixto.
El monovolumen de la marca del óvalo carece de pilares centrales, lo que facilita el acceso y el abandono del habitáculo. Además, como las puertas traseras son correderas, en aparcamientos en batería también resulta sencillo entrar o salir del coche. Si los jóvenes de la familia conducen habitualmente el vehículo, los padres disponen de la tecnología “MyKey”, que establece restricciones de velocidad en el automóvil. Si quieres más información, entra en la página web oficial de Ford.