Stellantis sigue trabajando en el proyecto Arenas de Futuro que acerca la carga inductiva a los vehículos eléctricos mientras circulan. En esta última prueba ha conseguido que un Fiat 500e no consuma energía de su batería.
Aunque los vehículos eléctricos han empezado a romper alguna barrera como pueda ser la de la autonomía, todavía existe cierto temor ante el momento de cargarlo. Porque hay una cosa clara, cuanta más autonomía ofrezcan, más capacidad tendrá su batería y, por tanto, más tiempo necesitarás para cargarla sobre todo si en tu trayecto de larga distancia no existe un cargador rápido. Circunstancia que se ha convertido en el pan nuestro del territorio español ya que si bien en la actualidad se venden ya muchos modelos que superan con creces los 400 kilómetros de rango, la problemática de encontrar puntos de carga superiores a 100 kW es aún evidente.
Por eso, Stellantis a través de FIAT lleva meses desarrollando el proyecto Arena de Futuro. En combinación con sus socios han vuelto a demostrar en Chiari (Italia) que la tecnología DWPT (Dynamic Wireless Power Transfer) puede no solo ser una realidad sino que subsanaría dicha problemática de carga ya que un vehículo eléctrico podría desplazarse sobre carriles de carretera especialmente equipados sin necesidad de tener que parar a recargar. Este proyecto, como decimos, lleva meses siendo testado aunque ahora ha dado un paso importante.
El conductor, siempre seguro
Porque según la propia Stellantis, un prototipo de FIAT 500e equipado con la tecnología DWPT fue capaz de circular a velocidades de autopista sin gastar una gota de energía de sus baterías. La tecnología DWPT emplea un sistema de bobinas situadas debajo del asfalto que transfieren la energía directamente a coches, camiones y autobuses sin necesidad de que se detengan en estaciones de carga para recargar la batería. Dicha tecnología se puede adaptar a todos los vehículos equipados con un “receptor” especial que transfiere la energía entrante desde la infraestructura de la carretera directamente al motor eléctrico, aumentando la automonía, a la vez que conserva la carga de la batería del vehículo.
En esta nueva etapa del proyecto, el 500e no gastó absolutamente nada y, lo que es más importante, la intensidad del campo magnético no tuvo ningún efecto sobre el conductor y/o pasajeros. Las pruebas también demuestran que la eficiencia del flujo de energía desde el pavimento al coche es similar a la eficiencia típica de las estaciones de carga rápida. Además, el hecho de que “Arenas de Futuro” ” esté alimentado por corriente continua (CC) ofrece varias ventajas concretas como
- Reduce las pérdidas de potencia en el proceso de distribución de energía.
- Garantiza la integración directa con fuentes de energía renovable sin necesidad de convertir la corriente CC en CA.
- Permite el uso de cables más delgados que los de distribución de corriente CA, con ventajas evidentes en cuanto a empaquetado, peso y contaminación armónica.
- Permite el uso de cables de aluminio para la distribución de corriente, que son más fáciles de obtener, cuestan la mitad de los de cobre y su reciclaje es más ligero y sencillo en un modelo de negocio de economía circular.
En esta última prueba, Stellantis también abrió la puerta a un Grecale Folgore, la versión 100% eléctrica del SUV itaiano, con el objetivo de adelantar a la firma del tridente en este proyecto. El vehículo estará especialmente equipado y recorrerá el circuito “Arena del Futuro” para recopilar datos y generar un detallado análisis de rendimiento. “Nuestro plan estratégico a largo plazo, Dare Forward 2030, se basa en la premisa de aportar ‘libertad de movilidad de vanguardia’ a todas las personas, y este proyecto es la esencia misma de nuestro objetivo como empresa”, comentó Anne-Lise Richard, Head of Global e-Mobility Business Unit de Stellantis. “Al trabajar con este extraordinario grupo de socios, hemos demostrado que la tecnología de carga inductiva puede impulsar nuestro futuro electrificado. Estos proyectos conjuntos son pasos apasionantes en nuestro trabajo para conseguir una prolongada vida útil de las baterías, menor inquietud por la autonomía, mayor eficiencia energética, menor tamaño de las baterías, un rendimiento excelente y la reducción de peso y de costes”.