Si ayer hablábamos de que Opel había sido declarada inocente de engañar con las emisiones de sus vehículos diésel en Francia, hoy nos levantamos con una noticia contraria. El país vecino ha abierto una investigación oficial para determinar si Fiat–Chrysler instaló dispositivos para ocultar emisiones contaminantes en sus motores diésel. No es el único problema al que se enfrenta el gigante automovilístico italo-americano, ya que en Estados Unidos se acusa a la compañía de manipular las emisiones de más de 100.000 vehículos.
El pasado 15 de marzo se inició una investigación preliminar, encargada a tres jueces, tras el informe del organismo antifraude dependiente del Ministerio de Economía (DGCCRF) transmitido a la Justicia. Fuentes judiciales, citadas por Europa Press, han señalado al respecto que confirman que se ha abierto una investigación judicial por “engaño agravado”.
Esta decisión judicial acontece tras que la Dirección General de la Competencia, el Consumo y el Control de Fraudes de Francia haya remitido los resultados de los análisis realizados a los tribunales, tal y como hizo con anteriores casos de Volkswagen, Renault y el Grupo PSA.