Ferrari podría estar metida en un lío si se demuestra que es cómplice de este delito
Una acusación formal ha llevado a Ferrari ante los tribunales. El demandante es Robert Bud Root, un ex empleado del concesionario oficial que el fabricante tiene en Palm Beach (Florida, Estados Unidos).
Robert asegura que fue despedido a sus 71 años por discriminación de edad y tras enterarse de que la firma italiana estaba permitiendo e incluso colaborando en un fraude de manipulación del kilometraje de sus coches usados.
La denuncia habla del reseteo del cuentakilómetros de varias unidades de Ferrari, lo que habría permitido incrementar el precio de los automóviles usados.
Esto también contribuiría a que el mercado de segunda mano de su marca no perdiera valor, con una mayor posibilidad de especulación con cada coche.
¿Participó Ferrari en el fraude?
La implicación de Ferrari habría tenido lugar en de abril de 2010, momento en el que la marca publicó internamente un manual en el que se explicaba cómo modificar el kilometraje de los “cavallinos”.
Además, hace menos de dos años, se habría realizado un curso presencial en las instalaciones que Ferrari tiene en Italia.
La herramienta para realizar esta práctica ilegal es “DEIS Tester”, según las declaraciones de Root.
La acusación habla de un caso especialmente destacable. Fue protagonizado por el adinerado Steven McMillan, quién dice Robert que asumió un gasto considerable para que el concesionario de Palm Beach bajara los kilómetros del odómetro de su Ferrari LaFerrari hasta la cifra “0”.
De esta manera, el vehículo del que era propietario pudo venderse por una cuantía mucho mayor.
En Norteamérica, manipular el cuentakilómetros de un coche está penado con penas de prisión de hasta siete años, ya que se considera un delito federal.
En España, la pena de cárcel puede llegar a ser de un máximo de tres años de cárcel y siempre que la manipulación vaya seguida de un estafa superior a 400 euros.
La noticia podría dañar la imagen de Ferrari si se demuestra que han participado en este fraude. La marca con sede en Maranello no ha querido hacer declaraciones, mientras el abogado del concesionario oficial ha pedido que este asunto se solvente en los tribunales y no en los medios.