Cuando se utiliza una buena base y se le añaden unos ingredientes de calidad, el resultado final suele estar a la altura de lo esperado. En el caso de Ferrari, el 458 Italia ha sido el punto de partida óptimo para el Ferrari 488 GTB, sobre el que se ha trabajado con modificaciones como una nueva mecánica V8 sobrealimentada, con dos turbocompresores, diversos elementos aerodinámicos específicos y una puesta a punto optimizada de la suspensión y de la transmisión automatizada de doble embrague. En definitiva, un merecido tributo al 308 GTB, el primer Ferrari con motor V8 ubicado en posición central trasera, fabricado hace ya cuatro décadas.
Se trata de un tributo al 308 GTB, el primer Ferrari con motor V8 ubicado en posición central trasera, fabricado hace ya cuatro décadas.
En este caso, se apuesta por un bloque V8 biturbo, con 3.902 cm3 y una potencia que asciende hasta los 670 CV a 8.000 rpm. Asimismo, el par motor máximo es de 760 Nm a 3.000 vueltas. Unos valores dignos de los mejores representantes de la categoría.
Para la transmisión se ha recurrido a la conocida caja de cambios automatizada de doble embrague y siete velocidades, denominada “F1”, que envía la fuerza a las ruedas traseras. Los ingenieros italianos han revisado y ajustado la configuración para conseguir unos tiempos de reacción similares a los de un vehículo de competición. Como no podía ser de otra forma, el conductor puede disfrutar de las bondades de las diferentes ayudas electrónicas a la conducción, tales como el control de tracción “F1-Trac”, unido al control electrónico del diferencial “E-Diff”, además de una puesta a punto específica del sistema “SSC2” (Side Slip Angle Control 2), estrenado por el 458 Speciale, una ayuda electrónica para mantener el control del vehículo, incluso en las situaciones más peliagudas. A fin de cuentas, controla los amortiguadores y trabaja en conjunto con los sistemas F1 Trac y E-Diff. En definitiva, una serie de aliados para que deportividad y seguridad al volante no se molesten… lo más mínimo.
No es ninguna novedad, es cierto, pero es lo que uno espera al hablar de un Ferrari. El nuevo “cavallino” es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3,0 segundos, alcanzando los 200 en apenas 8,3. Todo, sin olvidarnos de una velocidad máxima que supera los 330 km/h… tal y como anuncia oficialmente el fabricante. Poco más se puede añadir, ¿verdad?