Ahora sí. Ya es oficial. Si ayer les adelantábamos los rumores que había sobre el piloto asturiano y su incursión en la considerada por muchos como la prueba más dura del automovilismo internacional de la mano de Toyota y con Marc Coma como copiloto, ahora ya podemos decir que Fernando Alonso se está preparando para disputar el próximo Dakar, aunque este extremo no está confirmado aún.
El doble campeón del Mundial de Fórmula 1 y vencedor de la supertemporada del Mundial de Resistencia así como de las dos últimas ediciones de las 24 horas de Le Mans se ha unido al equipo oficial Toyota Gazoo Racing y llevaría un Toyota Hilux. En caso de que se confirme su participación definitiva, tendría como compañeros al catarí Nasser Al-Attiyah (último vencedor de la prueba con el mismo coche) y el sudafricano Giniel De Villiers.
Otro detalle que falta por confirmar es el de su copiloto. Diversas informaciones señalan a Marc Coma como el elegido. En caso de confirmarse contaría con un cinco veces campeón de la prueba en categoría de motos y que fue durante tres años el director deportivo de la prueba y, por ende, el diseñador del recorrido. En la actualidad está enrolado a la estructura deportiva de KTM, el fabricante de motocicletas con la que logró todas sus victorias.
Han sido muchos los rumores sobre los futuros planes deportivos del piloto español y solo ahora ya se han podido aclarar. Al menos en parte pues se desconoce si participará definitivamente en el Dakar 2020 y qué hará el resto del año 2020. Hay quien apunta a una participación en la Indycar, ahora que McLaren a confirmado su participación durante toda la temporada.
Su llegada al Dakar sería en una edición muy especial, justo cuando cambia el continente suramericano por la península arábiga, siendo este el tercer escenario en el que se disputa desde su nacimiento en el año 1978. La prueba comienza de cero para muchos. Y para Fernando Alonso también.
El piloto español ya participó hace unos meses en unas sesiones de test con el Toyota Hilux en Sudáfrica. En aquella ocasión compartió pruebas con Giniel de Villiers, quien destacó las buenas manos del asturiano y su capacidad de aprendizaje. Alonso, por su parte, apuntó a la resistencia del vehículo y su capacidad para ser maltratado.
Sin embargo, Alonso no ha participado en ninguna competición con este vehículo por lo que le queda un largo recorrido para conocer en profundidad cómo responde en condiciones reales de competición, lograr el necesario ‘feeling’ con el coche y completar su adaptación con el copiloto que será su guía durante la prueba. Y, en cuanto a esto, ya va justo de tiempo.
Por el momento, el equipo ya ha dispuesto un completo programa de pruebas en Europa, África y Oriente Medio. Los primeros test serán desde hoy y hasta el 23 de agosto en Sudáfrica y se ha previsto su participación en el próximo Rally Harrismith 400, de las “South African Cross Country Series”, que se celebrará los días 13 y 14 de septiembre. Desde Toyota apuntan a que esta participación será a modo de “test no competitivo”, aunque conociendo al piloto español seguro que dará el máximo rendimiento.
Fernando Alonso afronta un tipo de prueba desconocida para él. Acostumbrado a girar en un circuito que termina aprendiendo de memoria, disputará una cita en la que, a diferencia de los rallys, no ha podido reconocer antes de su paso en competición.
El copiloto solo conoce las coordenadas que han de seguir mientras que el piloto ha de improvisar en su conducción ante las cambiantes condiciones de la pista así como las trampas que puedan encontrar.
Además, sería la primera vez que tendría que remangarse para reparar el vehículo pues, más allá de los problemas que aparezcan en plena etapa, la organización del Dakar también dispone jornadas maratón en las que los participantes afrontan etapas sin la ayuda de su asistencia. Así, la revisión y puesta a punta de los vehículos corre a cargo de los propios pilotos y copilotos.
A la derecha de Fernando Alonso se sentará Marc Coma, quien también debutaría en estas labores. El Dakar no tiene secretos para él (fue durante tres años el encargado de diseñar su recorrido) y no hay duda sobre su manejo en estas lides: ha sido cinco veces campeón en categoría de motos manejando manillar y leyendo el rutómetro al mismo tiempo. Sin embargo, las funciones de copiloto son nuevas para él y tendrá que aprender a afrontar los riesgos de forma diferente a como lo hacía hasta ahora.
Pero ya habría hecho buena parte del trabajo necesario. Según informa Marca, ya habría tenido los primeros contactos con la marca para conocer el vehículo y ponerse al día en cuestiones de mecánica y habría participado en alguna sesión de pruebas.
El piloto español señala los motivos que le han llevado a tomar la decisión de participar en la próxima prueba del Dakar: “Probé la disciplina de los Rally Todo-Terreno a principios de éste año y me dejó buenas sensaciones, las cuales quiero prolongar”.
Sabe que no será fácil: “Era consciente de que sería una disciplina totalmente diferente con una curva de aprendizaje muy exigente, pero con el Toyota Hilux me sentí genial, me transmitió mucha confianza muy rápidamente y mejoraba pasada tras pasada. Tengo muchas ganas de afrontar los próximos meses de entrenamiento, conocer a fondo el Toyota Hilux y trabajar con el equipo”.
Y demuestra cómo su carácter ganador le lleva a afrontar nuevos retos: “Siempre he mantenido que quiero perseguir nuevos desafíos en diferentes disciplinas y estoy en un gran equipo para poder hacerlo”.