Se trata del segundo nivel autónomo más alto, por detrás del L5, donde no hace falta en ningún momento la ayuda del ser humano. Los planes de la compañía, desvelados esta semana y que detalla la agencia EFE, pasan por emplazar la fábrica en el sureste de Michigan y contratar a 400 personas, entre los que están ingenieros, coordinadores de flota y expertos en operaciones. Por el momento no hay prevista una fecha de apertura.
Para este histórico proyecto se van a invertir 13,6 millones de dólares, 8 de ellos subvencionados por la Junta de desarrollo económico de Michigan, según la prensa local. Google ganará así la autonomía necesaria para desarrollar una línea de negocio propia, sin depender demasiado de otros socios, actualmente grupos como Jaguar Land Rover o Fiat Chrysler.
No obstante, la apertura de la fábrica no pondrá fin a la colaboración con estos grupos. Waymo seguirá fabricando sistemas de conducción autónoma para modelos de Jaguar Land Rover y FCA. Actualmente opera con algunos de ellos (Jaguar I-Pace o Chrysler Pacifica) en pruebas por el estado de Arizona, uno de los pocos territorios de Estados Unidos donde está permitido circular en un autónomo.
Precisamente, hace un par de semanas, el New York Times informó de una serie de ataques a estos coches autónomos de prueba en Arizona. El diario neoyorquino contabilizó más de 20 incidentes en los últimos dos años. Entre ellos, está el lanzamiento de piedras por parte de otros conductores, el rajado de neumáticos y el intentar sacarlos de la vía con otro vehículo.
Al parecer, muchos vecinos de la zona no ven con buenos ojos la presencia de los autónomos en calles y carreteras, al considerarlos peligrosos. Muchos de estos ataques han sido motivados por el trágico atropello mortal de una mujer por parte de un Uber autónomo en marzo del año pasado, en Tempe, una de las ciudades más pobladas del estado.