El artista suizo ha dado un paso más al realizar una instantánea de un Miura SV que parece estar desintegrándose. Nosotros te contamos cómo ha sido el proceso.
Creo que esta imagen podría parafrasear a típica “cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia”. Porque aunque parezca algo irreal, lo que tus ojos y los míos están viendo es completamente cierto. Y es que Fabian Oefner ha vuelto a tirar de ingenio para, en este caso, descomponer de esta manera tan espectacular un Lamborghini.
El fotógrafo, investigador y artista suizo se ha hecho famoso por sus creaciones de globos y objetos explotando para ahora, subir varios puntos el nivel de dificultad. Porque el protagonista de su creación no es otro que un Miura SV que, literalmente, está desintegrado… o al menos así lo captan nuestros ojos.
Dos años de trabajo a sus espaldas para que este Miura nos muestre todos sus entresijos en una sola instantánea. Oefner ha tenido que desmontar pieza por pieza las más de 1.500 partes de este superdeportivo para que luzca de esta manera. La idea surgió por ‘culpa’ de un amigo, propietario de este Miura SV, quien le dijo a Oefner que iba a desmontarlo para restaurarlo. Inmediatamente, el cerebro del artista suizo tuvo esta brillante idea.
En el proceso de deconstrucción, Oefner fue fotografiando todas y cada una de las tuercas, tornillos y partes del coche con la inestimable ayuda de varios mecánicos que aseguraron no haber visto en la vida algunas de las partes de este coche porque cuando se reparan o cambian dichas partes se suele hacer en bloque y no desmontándolo por completo.
Una vez que Oefner tomó las más de 2.500 instantáneas recurrió a un ordenador para completar la espectacular fotografía. La idea era colocar cada pieza para que pareciese que el Miura SV se estaba descomponiendo y el resultado no ha podido ser más increíble. De hecho, Oefner ha logrado que el efecto sea tan perfecto que incluso él reconoce que el 95% de los que vean dicha imagen pensarán que ha sido realizada de manera artificial, por ordenador. Sin embargo, el fotógrafo suizo se centra en ese 5% de personas que cuando vean la foto sí sepan que es un coche de verdad y que cada una de las piezas son reales. Ese 5% que se quedará completamente loco pensando en cómo ha podido realizar esta instantánea.