Ojo a lo que vas a leer a continuación porque es el colmo de las casualidades y de los infortunios. El hecho tuvo lugar el pasado sábado aunque no se han conocido hasta ahora los hechos en profundidad. Un incidente con cuatro policías (todos fuera de servicio) y tres vehículos en la M45 de Madrid terminó con uno de ellos muerto tras ser envestido por un de los coches.
El siniestro tuvo lugar el pasado sábado 23 de noviembre alrededor de las 11 de la noche en el punto kilométrico 17 de la M45 de Madrid.
Un policía municipal fuera de servicio detectó que una furgoneta conducía de forma errática en la autovía M45 que rodea Madrid por lo que, pese a no estar de servicio, le dio el alto.
El vehículo comercial era conducido a su vez por un policía nacional (también fuera de servicio) de 49 años que también estaba fuera de servicio. Ambos vehículos se situaron en un lateral de la carretera aunque sin la señalización conveniente para este tipo de situaciones.
Solo unos minutos después, un tercer coche envistió a la furgoneta por detrás dejando al vehículo comercial destrozado y causando graves lesiones al conductor del vehículo que aún se encontraba dentro (tuvo que ser rescatado por los Servicios de Emergencias de Madrid) fruto de las cuales falleció prácticamente en el acto.
Este tercer coche particular estaba ocupado por dos policías nacionales, que también estaban fuera de servicio. El conductor, de 32 años, y el copiloto, de 27 años, tuvieron que ser atendidos por los servicios de emergencias de manera que el primero presentaba una luxación en el hombro por lo que debía ser hospitalizado con pronóstico grave mientras que el segundo contaba con contusiones leves.
Aquí fue cuando llegó la última de las sorpresas. El conductor presentaba una tasa de alcohol aspirado de 0,75 mg/l en la primera lectura mientras que en la segunda fue de 0,73 mg/l, triplicando así el límite permitido.
Esto significa que el caso será tramitado como delito contra la seguridad vial al que se podría sumar el de homicidio por imprudencia contra el conductor de la furgoneta. Y queda por resolver si en el momento del impacto, el vehículo superaba los 120 km/h establecido como límite de la vía.
Trágico final para un compendio de casualidades con un policía fallecido y otro que podría ser expulsado del cuerpo.