El año pasado, los examinadores de tráfico iniciaron una huelga general para protestar por las diferencias salariales que llevan experimentando desde hace casi una década. Este parón de su actividad se alargó durante casi seis meses, provocando grandes retrasos en los exámenes de conducir que perjudicaron a multitud de alumnos y autoescuelas; eso sin contar con las pérdidas económicas…
Finalmente, consiguieron llegar a un acuerdo con la DGT y todos los grupos parlamentarios, a excepción del Partido Popular. En él se contemplaba un complemento específico de 250 euros, así como un aumento salarial para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además, consiguieron que esta negociación se incluyese en los Presupuestos Generales del Estado, aprobados el pasado junio, pero todavía no se aprecian los resultados.
Huelga inminente
Tal como recoge El Mundo, el presidente de la asociación, Joaquín Jiménez, asegura que “las policías y Guardia Civil ya han visto reflejado el aumento en sus nóminas más los atrasos correspondientes” y afirma que los examinadores no entienden por qué no disfrutan de las mismas condiciones si ambos colectivos pertenecen al Ministerio del Interior.
En septiembre, Pere Navarro, director de la DGT, comunicó que este aumento salarial se realizaría en el mes de octubre. Y, al final, estas declaraciones quedaron solo en palabras. Por ello, la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) amenaza con retomar las protestas. De momento, no hay una fecha oficial, dado que optan por la vía de las negociaciones. No obstante, aseguran que si su situación no varía convocarán una huelga similar a la del año pasado.
En principio, seguirán confiando en el Gobierno del PSOE, ya que este partido apostó por el acuerdo. Es más, la Asextra señaló que nadie es partidario de la huelga, principalmente porque perjudica sobre todo a los ciudadanos. Ante esto, han aprovechado la ocasión para destacar que “lamentan los daños colaterales que se puedan producir” si esto ocurriese.