Bruselas aumenta el control de los procesos de homologación de los coches.
Entra en vigor la aplicación del Reglamento Europeo sobre homologación y vigilancia del mercado de vehículos en el que se pondrá especial atención a las pruebas que han de superar los coches antes de salir al mercado con el objetivo de evitar nuevos casos como el diésel, donde un software u otra tecnología varíen la respuesta del vehículo durante el proceso de homologación.
De esta manera, los exámenes a los vehículos antes de su comercialización serán más rígidos y se confiere mayor autoridad a Bruselas que supervisará estos procedimientos (antes cada uno de los países miembros contaba con bastante independencia en el modo de homologarlos).
Con esta nueva regulación, el proceso de control no termina con la primera homologación pues los vehículos podrían ser llamados a realizar estos test una vez sean matriculados. En caso de no cumplir con lo establecido, las multas pueden ser de hasta 30.000 euros por vehículo puesto en la calle.
Centros de homologación bajo control
Los centros de control, todos dependientes del Centro Común de Investigación (JRC), estarán realizando exámenes continuamente tanto de modelos en proceso de homologación, como los ya homologados (se podrían impugnar los resultados obtenidos en otros centros u otros países) como de los vehículos ya matriculados y en circulación.
El objetivo de tantos controles es detectar posibles software que alteren el rendimiento del vehículo cuando se le esté realizando este examen, tal y como se descubrió en Volkswagen y que dio origen al dieselgate, al tiempo que impulsó el cambio del ciclo de homologación de vehículos, del NEDC al WLT, en 2017 y que concluirá en enero de 2021.
En caso de que se descubriera que la marca, o proveedor de componentes para la fabricación de los coches, hubiera incluido algún sistema que varíe el rendimiento del vehículo, estaría obligado a hacer una llamada a revisión de los vehículos afectados, reparar el problema y cumplir una sanción de 30.000 euros por coche afectado.
Auditorías independientes
Para evitar posibles acuerdos entre centros y fabricantes o mala praxis de estos, la normativa contempla la posibilidad de realizar nuevos exámenes a los mismos vehículos en otros centros al tiempo que realizará auditorías independientes de estos centros para comprobar el buen trabajo de estos.
Aquí también se contemplan sanciones en caso de no cumplir con lo encomendado al tiempo que se han construido dos nuevos laboratorios.