Rolls-Royce se ha encontrado con un problema inesperado. La marca que se sitúa como la cúspide de lujo y el cuidado en cada detalle tendrá que apagar la iluminación del espíritu del éxtasis de los modelos que equipan este extra en Europa, tras decretar Bruselas su ilegalidad.
Y es que, este emblema, uno de los más reconocidos a nivel mundial, se ofrecía desde hace unos tres años con la capacidad de retroiluminación, lo que suponía que la estatuilla dispuesta sobre la calandra sustituía su acabado metálico por otro de policarbonato para que una iluminación desde el interior la iluminara para tener un extra de vistosidad por la noche.
Ahora, este extra ha sido considerado como contaminación lumínica desde Bruselas por lo que los afectados deben proceder a su retirada o, al menos, a la desconexión del cable que lo ilumina.
Son muchos los propietarios de Rolls-Royce que han personalizado el espíritu del éxtasis de sus coches. Así, se les ha podido ver de diferentes colores y acabados e incluso con piedras preciosas engarzadas, unas modificaciones unas veces realizados por sus propietarios y otras por la propia marca.
Sin embargo, la Flying Lady iluminada llegó al catálogo de extras de la marca hace tres años después de la excelente acogida que tuvo este detalle presente en el Rolls-Royce 103EX, un concept car de coche eléctrico y autónomo que ya lo presentaba.
El coste de este equipamiento adicional se situaba en las 3.500 libras (3.880 euros) el cual ahora la propia marca pretende devolver al mismo tiempo que lo sustituirá por otro que sí esté homologado.
Hay que recordar que este símbolo se ha ofrecido junto a los Rolls-Royce Phantom, la generación anterior del Rolls-Royce Ghost, el Rolls-Royce Whaith, el Rolls-Royce Dawn y el Rolls-Royce Cullina, el SUV de reciente lanzamiento. Además, también conviene recordar que este problema solo lo encontrarán en Europa pues el resto de mercados no han contemplado esta ilegalización.