EuroNCAP, la autoridad independiente que testa el nivel de seguridad de los nuevos modelos puestos a la venta en Europa, ha presentado los cambios que irá realizando en su evaluación hasta el año 2025. Lo ha hecho en el marco del Salón del Automóvil de Fráncfort con el objetivo de adaptarse a la revolución tecnológica que está produciendo y las nuevas formas de movilidad, como la conducción autónoma, que llegarán al mercado en un futuro próximo.
Las pruebas empezarán a valorar más la protección de los usuarios más vulnerables de la carretera, especialmente si el vehículo que se está evaluando es autónomo, para conocer su reacción frente a las distintas situaciones de peligro con las que se puede encontrar. Por tanto, los fabricantes tendrán que seguir esmerándose para ofrecer los mejores sistemas de seguridad en sus vehículos, ya que las pruebas serán cada vez más variadas y estrictas.
¿Qué cambios habrá?
Las calificaciones que reciben los diferentes vehículos son un aspecto clave para que los consumidores se decanten por un vehículo o por otro, según la opinión de Pierre Castaing, el presidente de EuroNCAP. Por tanto, la evaluación de este nivel de seguridad terciario, que incluirá pruebas que van más allá de los propios resultados en las pruebas de choque, se realizarán a partir de 2020 y, en 2022, se tendrá en cuenta también la detección de presencia de niños.
Michiel van Ratingen, el secretario general del organismo, cree que la conducción autónoma aumentará tanto la seguridad de los pasajeros como la de los peatones y la del resto de usuarios de la vía. Esto se debe a que se podrá eliminar el error humano, lo que provocará un descenso de las víctimas. Por tanto, se deberá examinar también el nivel de conducción autónoma y si coincide con lo anunciado por el fabricante.
Además del coche autónomo, el resto de vehículos también tendrán que superar nuevas pruebas. En relación con el nivel primario de seguridad, en 2020, se estudiará el monitoreo del conductor, a partir de 2020 y 2022, el sistema de detención automático de emergencia y el sistema autónomo de frenada y, en 2024, el intercambio de datos entre vehículos e infraestructuras. Y, en cuanto al nivel secundario, en 2020 se evaluará la protección para el latigazo cervical y, en 2022, la seguridad peatonal y del ciclista.
