De momento no hay imágenes ni información de ninguno de ellos pero sí sabemos que España será un país clave en su resurgimiento.
En la historia del automóvil hay marcas que se han reservado el derecho a ser icónicas y Lancia es una de ellas. A los modelos de los 80 y 90 nos remitimos pero en la última década si preguntas por ella seguramente pocos seguramente acierten a decirte el Ypsilon (que se seguía vendiendo en Italia y además bien posicionado) porque la marca fue progresivamente desapareciendo del espectro. Hasta ahora que una vez se formó el grupo Stellantis, se decidió revivirla y con un ánimo similar al de épocas pasadas.
En este sentido, la firma de Turín fundada en 1906 ha marcado al mercado español como uno de sus referentes, tal y como ya lo fue en los 90 y comienzos del siglo XXI junto con Italia, Portugal, Francia, Alemania, Bélgica y Holanda. Pero nuestro país será un punto estratégico porque el primer modelo que llegará tras su resurgimiento será, precisamente, el Ypsilon y además tendrá acento español pues se fabricará en la factoría zaragozana de Figueruelas, de donde ya salen el Opel Corsa así como el Crossland y el Citroën C3 Aircross. Como ocurría hasta ahora, el Ypsilon se enmarcará dentro del segmento B y no hay que ser un gurú para pensar que compartirá muchos elementos con el comentado Corsa así como con el Peugeot 208. Lo único que es seguro es que solo se lanzará en versión 100% eléctrica.
Ahora bien, no será el único lanzamiento de la marca pues la estrategia contempla al Gamma para el 2026 y al Delta para el 2028. El primero será un SUV del segmento C, el que más ventas aglutina, mientras que el segundo será un compacto. Poco se conoce de ellos a día de hoy más allá de que serán eléctricos puros y de que heredarán el diseño del primer concept de esta nueva era para Lancia: el PU+RA HPE. En cuanto a la estrategia de ventas, la intención de la firma italiana es abrir 16 nuevos concesionarios entre 2024 y 2025.