¿Está el mundo preparado para soportar bromas de este tipo? Con 216.000 personas afectadas por la pandemia del coronavirus de hasta 168 países, un conductor de Ohio ha cambiado la matrícula de su Ford Mustang de 1986 por una en la que indica COV1D19, en referencia al COVID-19 como también se denomina al virus que ha llevado al Gobierno de España a decretar el Estado de Alarma y a la población a vivir confinada en sus viviendas por un mínimo de 2 semanas.
Según se indica a Carscoops, Brandon C., que así es como se llama el propietario del vehículo y de la nueva matrícula (recordemos que en Estados Unidos se permite la personalización de las placas de los coches), se encontraba en un bar hablando con sus amigos sobre el coronavirus cuando le llegó la idea entre risas.
Comprobó que COV1D19 estaba disponible en el Ohio Bureau of Motor Vehicles, el equivalente al departamento de Tráfico de allí por lo que procedió a reservarla para que su coche fuera, de esta manera, también conocido como ‘el virus’.
A la mañana siguiente Brendon fue a por la placa que había reservado y, aunque el personal de la oficina le advirtió de que debería estar un poco más concienciado con la situación, el protagonista desestimó las recomendaciones entre risas.
Sin embargo, según ha indicado a Carscoops, esta es una placa que podría ser temporal por lo que no descarta que dentro de unos meses la vuelva a cambiar por otra, aunque por el momento la mantiene en su Mustang clásico. Y admite que esta idea la tuvieron cuando la pandemia no era tan grave.
Sin embargo, a pesar de que haya cambiado su matrícula por hacer una broma, la situación en la que se encuentra la mitad del planeta y con el Gobierno de Donald Trump poniendo en marcha las primeras medidas de choque contra la pandemia, la broma le podría salir muy cara.
Y es que, se podría enfrentar a un proceso judicial por considerar que la placa atenta contra la convivencia de las personas al tiempo que podría crear confrontación con el resto de conductores.
No son pocos los casos de placas que han tenido que ser retiradas en Estados Unidos al ser consideradas de mal gusto y por los problemas que podría ocasionar. Hace unos meses, fue conocido el caso de un conductor de Kentucky que tras haber tenido una placa en Ohio durante más de una década en la que indicaba IM GOD (soy Dios) quiso mantenerla al mudarse a Kentucky.
En un primer momento se la dieron y la lució pero finalmente se inició un proceso judicial contra éste por no quitarla cuando fue requerido a ello. Perdió y tuvo que pagar la multa más las costas del juicio, en total más de 150.000 dólares, unos 140.000 euros. De nada sirvió que en su defensa aludiera a que había otras matrículas similares como ‘THX GOD’ (gracias Dios), MY GOD (mi Dios), HES GOD (Él es Dios) o IM4 GOD (soy para Dios).