A veces, llevar a los niños al colegio puede ser todo un reto. Las prisas por llegar puntuales, pensar en las retenciones que después nos encontraremos de camino al trabajo y la densidad de tráfico que se acumula a las puertas de un colegio puede hacer que empecemos el día con más estrés del que necesitamos. El problema es que muchos vehículos acuden al mismo lugar en un periodo de tiempo muy concreto, ya sea a primera hora de la mañana o a media tarde.
Por esta razón, son muchos los que prefieren ahorrar tiempo y ganar en comodidad, aparcando en doble fila o parando para que los niños se bajen solos y entren a clase lo más rápido posible. Sin embargo, es importante destacar que este tipo de prácticas no solo genera más atascos, sino que compromete nuestra seguridad vial y la de los más pequeños.
Lo primero que debemos recalcar es que no se trata del mismo concepto. Como bien exponen en 20minutos.es, en los dos casos hablamos de un coche inmovilizado. Es decir que el conductor ha elegido detener su marcha por cualquier motivo. No obstante, lo cierto es que uno de estos casos conlleva una sanción y el otro no.
Según la DGT, la diferencia reside en que, cuando hablamos de un estacionamiento, el conductor inmoviliza el vehículo y lo abandona, mientras que en las paradas, el conductor permanece en su asiento hasta que reanuda la marcha. Además, hay que tener en cuenta el factor temporal. Una parada implica detener el vehículo durante un periodo inferior a dos minutos, mientras que el estacionamiento puede superar esta cifra.
Partiendo de esta base, estacionar el vehículo en un lugar no habilitado para ello es una infracción de tráfico. Concretamente una falta que implica 200 € de multa. Así, se puede decir que parar el coche sin superar los dos minutos de los que os hablábamos, no sería una infracción. Eso sí, los agentes de tráfico podrían exigirte que reanudes la marcha o muevas el coche si lo creen necesario.
Una vez aclarados estos términos, solo falta decir que estacionar o parar en doble fila no está permitido en ningún caso. Es una práctica que compromete la circulación de los vehículos y genera retenciones innecesarias. Por tanto, si no queremos infringir las normas de Tráfico, lo recomendable es acudir con el tiempo necesario para buscar aparcamiento y estacionar el automóvil en un lugar habilitado para ello.
Si, por cualquier motivo no puedes seguir nuestro consejo, elige parar y no estacionar. Puede que un agente te llame la atención pero, al menos, no afectará a tu bolsillo si es por un periodo inferior a dos minutos.