Un canal de Youtube encuentra un tesoro al fondo de un río.
Cada cierto tiempo aparecen noticias sobre colecciones de coches olvidadas que descubre un vecino o heredero cuando abre una puerta que llevaba tiempo sin abrirse. Sin embargo, la historia de hoy es más sorprendente, y también ha sucedido en Estados Unidos. Unos buceadores encontraron un Ford Mustang Mach 1 y un Mazda RX-7 en el fondo de un río.
Hay que decir que el canal de Youtube Adventure with Purpose ha hecho de este propósito su late motiv. En su canal se pueden encontrar un gran número de vídeos dedicados a la búsqueda de coches y demás tesoros abandonados a su suerte en el fondo de los ríos.
En esta ocasión iba avisado de que en esa zona se había hundido un camión hace 20 años. Se trata del final de un camino con cierta pendiente que termina en el río sin ningún tipo de protección por lo que si no se ha puesto bien el freno de mano el vehículo termina sumergido en las aguas.
Sin embargo, para su sorpresa y la de sus fieles en el canal, no encontró un camión sino hasta seis coches entre los que se encuentran el Mazda RX-7 y el Ford Mustang Mach 1.
Difícil tarea
Como se puede apreciar en el vídeo, la tarea de búsqueda es ardua pues apenas se ve unos centímetros por delante de las cámaras, por lo que el avance es lento y el margen para la sorpresa amplio. Muchos no serían capaces de hacerlo. Quien suscribe estas palabras, tampoco. Pero, tras varias horas, recibe su merecido premio.
El primero en aparecer fue el deportivo japonés. El Mazda RX-7 estaba boca abajo y con el techo hundido. Se encontraba muy dañado, tanto en su estructura como en su mecánica y apliques interiores.
El segundo modelo encontrado en importancia es un Ford Mustang Mach 1 de 1973, aunque no hay imágenes en el vídeo de este, ni de cómo lo encuentran ni de cómo lo sacan del fondo del río (sí en otro vídeo del canal que hay que pagar para poder verlo).
Además, en el vídeo señalan que hay más coches en el fondo del río, entre ellos una pick-up Chevrolet Luv, y otros que no fueron capaces de reconocer por la escasa visibilidad y las condiciones en las que se encontraban.
Difíciles de restaurar
Restaurar un vehículo resulta difícil y costoso. En la mayoría de los casos no merece la pena por el alto coste de la operación y porque habría que rehacerlo prácticamente entero. El chasis y la carrocería sufren, aunque no se conserva del todo mal.
Sin embargo, la tapicería se pudre con la humedad, cuando no se deshacen algunos de sus materiales, y la mecánica necesita un limpiado profundo y la sustitución de muchos elementos. Por su parte, la electrónica habría que sustituirla por una nueva.
Muchas horas de trabajo y de búsqueda de piezas, las cuáles no son fáciles de encontrar y que a veces hay que construir de nuevo.