¿Qué harías si te embargan el coche por no pagar una multa de hace tres años? ¿Y si encima la ciudad donde te lo embargan no es la misma que en la que cometiste la infracción? En principio puede parecer algo descabellado, pero lo cierto es que hablamos de un caso real. Es algo que le sucedió a un joven madrileño hace unos días y que, desde entonces, se ha convertido en una de las historias más curiosas de Internet.
Tal como publican en El País, hablamos de un joven que decidió hacer una escapada de fin de semana a Oviedo hace tres años con el coche de su padre y, según parece, le ha salido más cara de lo que imaginaba, pues la multa que le pusieron allí le ha costado más de 123 € y el embargo de su coche. Si te interesa, sigue leyendo… Te contamos toda la historia al detalle.
Por lo visto, el padre de este joven circulaba con vehículo hasta que le pararon en un control y le notificaron que debían embargar su vehículo. Al exigir una explicación a las autoridades, supo que era la consecuencia de no pagar una multa de tráfico que le pusieron hace tres años en Oviedo. Resulta que, según dijo él mismo, no visitaba esta ciudad desde hace 27 años, por lo que le parecía increíble y, a su vez, imposible, que esta sanción tuviese algún fundamento.
Sin embargo, la clave está en que no fue él quien cometió la infracción, sino su hijo en un viaje exprés a la capital asturiana. Por lo visto, aparcó en zona azul, se fue a hacer turismo y cuando regresó se dio cuenta de que su coche no estaba en el sitio donde lo había dejado; se lo había llevado la grúa. Algo que, ya en su día, consideró excesivo, ya que únicamente había sobrepasado la hora que indicaba su ticket de aparcamiento, por lo que lo normal sería haber recibido únicamente una multa. Enfadado, acudió al depósito y recuperó su vehículo pagando 80 €, pero lo que no hizo fue abonar el precio de la multa de tráfico. Precisamente, la causa en la que se han basado para llevar a cabo el embargo.
Al final, han tenido que pagar 123,75 € para recuperar el coche. Afortunadamente, según han confesado ellos mismos, no han tenido que asumir los costes de arrastre y depósito, pues aseguran que “han considerado que lo que nos han hecho es una vergüenza”.
Ahora, el próximo paso será recurrir a la vía legal para denunciar al Ayuntamiento de Oviedo. Creen que fue una medida abusiva y que no se ajusta a la infracción que habían cometido. Es más sienten que con este tipo de acciones el consistorio asturiano está “tratando al ciudadano como un delincuente” y se puede entender como “una auténtica tomadura de pelo”. Sin embargo, habrá que esperar para conocer el final de esta historia.