Elon Musk sabe cómo estar siempre en el candelero, en primera plana. Cuando no hace un anuncio, presenta un coche (a veces con un resultado discutible) o hace predicciones del sector, se embarca en proyectos que parecen más difíciles de lograr todavía. Sin embargo, su último movimiento va a traer cola, pues no solo afecta a Tesla. Ha fundado Zeta, una asociación que pretende promover la movilidad alternativa y la implantación de los coches eléctricos y que también declara frontalmente la guerra a los coches de combustión. Promueve la prohibición del uso de coches de gasolina y diésel.
Y, ojo que no está solo. Elon Musk es la cara más reconocible, pero junto a él comparecen un total de 28 compañías entre las que destacan fabricantes de coches eléctricos como Rivian o Lucid Motor así como suministradores de puntos de carga y energía eléctrica como Enel X, Duke Energy, Wave, ABB o Charge Point (uno de los fabricantes de cargadores más importantes a nivel mundial).
A pesar de que pueda parecer una idea alocada, no lo es tanto. Cuentan con una serie de objetivos a seguir, unas propuestas y se han unido de igual modo que lo hacen fabricantes, vendedores, talleres o cualquier otro sector. Además, unidos podrán presionar a Gobiernos y administraciones como también hacen otros lobby.
Desde Zeta esperan que aumenten los incentivos a la compra de vehículos nuevos, especialmente entre los particulares, que hoy día, en su gran mayoría, no pueden asumir los altos precios que estos vehículos presentan. A esto quieren sumar un endurecimiento de las normativas de emisiones, tanto las referentes a las de los gobiernos como a las de las mecánicas. Zeta plantea el cese de venta de los coches térmicos en 2030, fecha a partir de la cual solo se podrían vender coches sin emisiones.
Además, también pide la involucración de las administraciones con mayores inversiones en infraestructura y el aumento del número de cargadores algo que, desde su punto de vista, ayudaría a convencer a muchos de los interesados hoy día en este tipo de vehículos. Y, también pretenden aumentar el apoyo de los gobiernos en los proyectos de investigación y desarrollo relativos a estos temas.
Con estas medidas y con la implicación del gobierno, en su caso el de Estados Unidos, entiende que su país se podría colocar como líder en fabricación de vehículos eléctricos.
La asociación Zeta, liderada por Elon Musk, nace como contraposición a las asociaciones tradiciones de fabricación de coches que están presionando, especialmente en Europa en contra de la prohibición de la venta de coches térmicos en un plazo medio.
El último anuncio llegó desde el Reino Unido cuando su presidente, Boris Johnson, dijo esta semana que adelantaba a 2030 la prohibición de la venta de coches gasolina y diésel. Hay que recordar que no es la única medida que se ha dispuesto en Europa en este sentido. Los primeros en hacerlo serán Noruega, que pretende prohibirlos en el año 2025, mientras que en 2030 está previsto el cese de ventas de estos coches en Irlanda, Israel, Suecia, Dinamarca y Países Bajos.
Sobre Estados Unidos, falta por conocer en detalle los planes de Joe Biden, presidente electo que en enero tomará posesión de su nuevo cargo. Ya ha dicho en varias ocasiones que se muestra a favor de la implantación de los coches eléctricos en sus carreteras, aunque habrá que ver cómo responden los lobbys de la industria tradicional.
En cuanto a España, la fecha señala es la de 2040, aunque en Islas Baleares ya han iniciado algunas restricciones, como el límite de acceso a vehículos de fuera de su comunidad, ha impuesto cuotas de eléctricos a las empresas de rent a car y pretende prohibir la venta de coches contaminantes en 2025.