Hace tan solo unos días, salió a la luz que el Norgest Bank Investment Management (NBIM) tenía la intención de destituir a Elon Musk como presidente de la compañía. El banco, que forma parte de la cartera de accionistas de la empresa con un 1,4 % de los títulos, presentó una propuesta ante la junta a este respecto, pero finalmente, no obtuvo los resultados esperados.
Lo cierto es esta entidad no es partidaria de que Musk ejerza como presidente y consejero delegado al mismo tiempo. Algo que planteaba un nuevo problema para el fundador de Tesla. Sin embargo, parece ser que el resto de accionistas no piensan lo mismo, dado que han rechazado la propuesta por “supermayoría”.
A pesar de que la decisión de la junta de accionistas le ha sido favorable, no es la única batalla con la que ha tenido que lidiar en los últimos meses. De hecho, entre ellas, destacan los problemas técnicos que han experimentado sus coches autónomos mientras circulaban con el Autopilot conectado. Cada vez que uno de sus vehículos protagoniza un accidente, se hace viral. Y, en cierto modo, esto perjudica a la marca e incrementa la desconfianza de los ciudadanos en los vehículos autopilotados.
No obstante, gracias a las redes sociales, el presidente de Tesla se defiende de los que critican su actividad, destacando todos los avances positivos de la compañía. Por ejemplo, que su nuevo Tesla Model X es el único crossover que se ha hecho con la máxima puntuación de la NHTSA. Y, además, es el que menos probabilidad tiene de volcar en un accidente de coche.
Como sabemos, el eléctrico más económico de Tesla ha sido el gran quebradero de cabeza de Elon Musk. Han experimentado problemas en la producción y esto ha provocado grandes retrasos en las entregas y cancelaciones en los pedidos. No obstante, durante la cita anual, el empresario confesó que podrán empezar a cumplir sus objetivos a partir de junio. Y, con objetivos, se refiere a fabricar unos 5.000 modelos a la semana.
Por tanto, es una noticia que, de cumplirse, pondría fin a una de las épocas más difíciles de la compañía. Tanto en términos económicos como en cuestiones de reputación.