Los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona quiere acabar de manera definitiva con los coches antiguos y contaminantes en sus calles. En poco más de 5 años pretenden hacerlos desaparecer, pero no sólo de las zonas de bajas emisiones o durante los episodios de alta contaminación, sino de todos los barrios.
Por coches antiguos y contaminantes hay que referirse a los que no tienen etiqueta medioambiental de la DGT. Estos se corresponden con los de gasolina matriculados antes del año 2000 y los diésel anteriores a 2006. En total, según cifras del Ayuntamiento de Madrid, son 42.000 coches. En el caso de Barcelona existen el doble, 85.000.
Desde el pasado 1 de enero, el Ayuntamiento de Madrid amplió las restricciones a los coches sin etiqueta de la DGT (distintivo A) de Madrid Central a los aparcamientos de la zona SER, la zona azul que se extiende hasta los márgenes de la autopista de circunvalación M-30. En ellos no se podrá aparcar a no ser que se cuente con una autorización especial de residente.
Dentro de dos años, el 1 de enero de 2022, está prevista la prohibición de acceso y circulación de estos vehículos dentro del anillo delimitado por la M-30. Y en 2024 esta prohibición se hará extensible a todo el municipio. La prohibición definitiva ya está aprobada y llegará el 1 de enero de 2025. A partir de esa fecha, no podrá circular ni aparcar ningún coche sin etiqueta de la DGT en toda la ciudad, sean o no vecinos.
Las prohibiciones de estos vehículos van más adelantadas en Barcelona. El Ayuntamiento, gobernado por Ada Colau, ya ha puesto en marcha su nueva zona de bajas emisiones (ZBE) que abarca prácticamente todo el municipio y ciudades limítrofes, como Hospitalet o Esplugues de Llobregat. En ella no pueden entrar coches sin etiqueta de la DGT entre las 7 y las 20 h de lunes a viernes, a no ser que pidan un permiso especial de entrada que cuesta 2 euros y que habrá que conseguir online.
Las multas comenzarán a aplicarse a partir del 1 de abril y serán algo más elevadas que en Madrid. Si en la capital de España infringir estas normas está castigado con 90 euros, en Barcelona serán 100 euros, que pueden llegar a 200 y hasta 500 euros dependiendo del tipo de vehículo o de si se es reincidente. Además, en los próximos años el ayuntamiento plantea hacer extensible esta prohibición a los coches con etiqueta B (gasolina matriculados a partir de 2000 y diésel a partir de 2006).
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Vamos un robo en toda la regla esto es un pais democratico soluciones no prohibiciones la pregunta es si no puedes cambiarlo que tienes que hacer no todo el mundo es pudiente claro que me gustaria tener un electrico pero tambien recordar que hay que pagarlo