Hace una semana todo parecía cerrado entre Apple y el Grupo Hyundai-Kia para la fabricación conjunta del primer coche de Apple. Incluso la prensa local señaló el 17 de febrero en el calendario como el momento en el que se sellaría el acuerdo y se haría oficial. Sin embargo, ahora la negociación se ha estancado y las posturas parecen más lejanas que nunca hasta el punto de que las negociaciones se podrían romper.
Apple no ha dicho nada en ningún momento. Todo lo que se sabe ha sido por filtraciones de la coreana. Las ultimas llegada a la agencia de noticias Reuters que señalan que al descontento por parte de la tecnológica estadounidense sobre las informaciones publicadas se suman a las dudas que habían surgido en el interior del conglomerado asiático sobre su papel en todo el asunto de la fabricación del coche de Apple.
Y es que, al Grupo Hyundai-Kia no le gustaría ser un mero proveedor de coches de Apple, sin apenas intervención en la toma de decisión. Sería un fabricante de productos de marca blanca.
Hyundai-Kia no quiere ser un mero suministrador de productos
Las cifras del acuerdo no están claras porque mientras Reuters alude en su información a que el inicio de la fabricación del coche estaría previsto para 2027, la CBS adelantó la semana pasada esa fecha a 2024, ejercicio en el que ya se buscarían fabricar unos 100.000 coches.
El mismo medio aludía a una inversión de Apple de 3.600 millones de dólares (3.000 millones de euros) para la fabricación de su coche y que este se produciría en la planta que el grupo coreano tiene en West Point (Georgia, Estados Unidos).
Sin embargo, desde la compañía automovilística no ha gustado el papel que juega en toda esta historia. Solo se dedicarían a fabricar los coches que les encomendaran desde Apple. Ni siquiera serían socios tecnológicos. Se limitaría a cumplir con los encargos de la entidad fundada por Steve Jobs.
Esto se produciría en una empresa acostumbrada a trabajar en solitario, que solo tiene dos marcas y que apenas cuenta con acuerdos de colaboración con otros fabricantes de coches ni en el desarrollo conjunto de vehículos ni en el suministro de motores o tecnología. El grupo Hyundai lo desarrolla todo por su cuenta.
Es, además, el segundo conglomerado empresarial más importante de Corea del Sur contando, entre otras, con siderurgias que fabrican el acero que emplean en la construcción de sus vehículos.
Apple calla, por el momento
Apple por el momento no ha dicho nada sobre el estado de las negociaciones sobre la fabricación de su coche. Nunca informó sobre las conversaciones que estaba manteniendo Hyundai-Kia. Y ha hablado muy poco de su Proyecto Titan, tras el que se encuentra el diseño y desarrollo de su primer coche. Lo que se sabe ha sido por informaciones que han dado antiguos trabajadores de la compañía que estaban encuadrados en el proyecto o que sabían de primea mano lo que se estaba gestando.
Muy pocas veces habla con antelación de los proyectos en los que trabaja. Y, sobre la creación y fabricación de un coche propio, cuando ha hablado, lo ha hecho refiriéndose a que mantenía conversaciones con varios grupos entre los que se encontraba la propia Hyunda-Kia aunque también General Motors o PSA (ahora Stellantis).
Consecuencias bursátiles de las nuevas informaciones sobre la falta de acuerdo entre Apple y Hyundai-Kia
Las consecuencias de las últimas informaciones no se han hecho esperar. Con ambas compañías presentes en el bolsa, y con este mercado tan sensible a los cambios en las planificaciones de las compañías que aquí juegan, la llegada de esta nueva información supuso que las acciones Hyundai cayeran un 6,2%, por lo que el valor del constructor se retrajo en 3.000 millones de dólares (2.500 millones de euros).
Por su parte, Kia, que sería en realidad el destinado a fabricar los coches de Apple dentro del grupo, bajaron un 15%, es decir, perdió 5.500 millones de dólares (4.500 millones de euros) de su valor, unas acciones que habían incrementado su tasación un 61% cuando se supo de las negociaciones con la firma informática.