Sustituto del D8 GTO que llevaba una década vigente, este F22 lo mejora en todo. Estas son sus características
Si lanzar un coche cada 10 años supone tener la posibilidad de disfrutar de este F22 es algo que merece nuestro perdón. Nos referimos al hyperdeportivo que acaba de presentar la holandesa Donkevoort y que se convierte en su primer coche en los últimos 10 años, tras el D8 GTO al que, precisamente, reemplaza. Además es un homenaje personal a su propia hija recién nacida pues la F corresponde con la primera inicial del nombre (Filippa) y el número, lógicamente, al año en el que ha nacido su primogénita.
Aunque ofrece un diseño claramente novedoso, al primer golpe de vista se reconoce como un Donkevoort gracias, entre otros, a unas ruedas de grandes dimensiones y expuestas por fuera de la carrocería, una alargadísimo capó o unos tubos de escape que sobresalen por los laterales. Más detalles: las puertas tienen la típica apertura vertical (al estilo alas de mariposa) lo que facilita el acceso al interior y, de paso, le otorga un punto extra de vistosidad. Pero si tenemos que resaltar un punto este no es otro que el techo, no solo por el hecho de que esté realizado en fibra de carbono sino porque los dos paneles que lo componen se pueden extraer de manera natural para convertir al F22 en un Targa de lo más exclusivo. Este par de paneles se pueden ocultar en la zona trasera. Por cierto, la longitud de este F22 es de 4,03 metros.
De puertas para dentro tenemos una cabina muy retrasada, casi colocada sobre el eje trasero, que nos recibe con un salpicadero moderno y minimalista en el que destaca la sujeción frente al copiloto preparada para colocar un iPad así como un panel de instrumentos. Por su parte, en la consola central hay unos pocos mandos analógicos. Pero si hay una zona que enamora son los asientos Recaro realizados en fibra de carbono con araneses de seis puntos y homologados tanto para circular por carretera como para disfrutar por circuito.
Habilidad natural
Escenario este último para el que el F22 está casi pensando aunque como te decimos también podrás exhibirlo por carretera abierta. Pero ojo por dónde lo llevas porque este coche tiene pinta de ser exigente ya que hablamos de un coche de propulsión trasera, con caja manual, un buen puñado de caballos y sin ESP. En resumen, tenemos un vehículo que gracias a su motor Audi genera nada menos que 499 CV y 640 Nm de par que, como te comentamos, van directamente a parar al eje trasero, dotado de un diferencial autoblocante Torsen a través de una caja manual de cinco relaciones.
Con esas, acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 2,5 segundos y alcanza los 290 km/h de velocidad máxima a lo que se suma la posibilidad de soportar una aceleración lateral hasta de 2,5 G a la salida de las curvas. La electrónica se limita a un sistema de control de tracción de varios pasos y un ABS Bosch mientras que la puesta a punto también está determinada por una suspensión con muelles y amortiguadores regulables capaces de elevarlo hasta en 35 mm para superar badenes o con un sistema de frenos firmado por AP Racing con pinzas de cuatro pistones pero sin servoasistencia, de ahí que sea necesario que el conductor tenga una buena agilidad con sus manos. Por cierto, gracias al uso intensivo de la fibra de carbono, este F22 registra un peso de únicamente 750 kilos.
Si estás pensando en adquirirlo lo primero que te decimos es que te envidiamos porque eso siginifica que en tu cuenta tendrás como mínimo guardados los 245.000 euros que Donkevoort pide de inicio por él a lo que podrías incluso sumar otros 100.000 euros en extras. Dicho esto, lo segundo de lo que te alertamos es de que corras porque la tirada prevista es de tan solo 75 unidades para todo el mundo y las primeras 50 ya se han agotado el mismo día de su lanzamiento así que si quieres uno de los 25 restantes, ya sabes.