Cuando creíamos que Dodge había perdido la cabeza con el Challenger SRT Hellcat, llega ahora el Challenger SRT Demon, un vehículo de carreras con matrícula dispuesto a reventar las pistas de drag con sus 852 CV de potencia.
No te engañes, el Demon es un coche de circuito, desarrollado por y para la competición. Y hablo de la clásica competición americana, las carreras de drag o aceleración. Así pues, la línea recta es el alma de este Challenger, que bate récords en todos los aspectos.
Las cifras son demoledoras, acelera de 0 a 60 mph (96,56 km/h) en solo 2,3 segundos, y pulveriza el cuarto de milla en 9,65 segundos a una velocidad de 225 km/h. A ti tal vez no te sorprenda, pero en términos americanos, y cómo se viven allí las carreras, son casi impensables para un coche con matrícula.
Sí, se puede circular con el SRT Demon por la calle, y es que a pesar de toda la parafernalia prevista para aumentar sus prestaciones, lleva matrícula. No se nos ocurre actualmente ningún carreras-cliente tal radical como este. Lo que no se puede es competir con él en la NHRA, salvo que cumplamos con la normativa de seguridad.
Quédate con esto, jamás se ha fabricado un V8 de calle tan potente como este. Parte del V8 de 6,2 litros del Hellcat, pero cuenta con un sobrealimentador más grande, nueva gestión electrónica, admisión o inyectores.
El resultado es una potencia de 852 CV de los que no podrás disfrutar siempre. De serie llega con una pareja de llaves. La primera limita electrónicamente la potencia a 507 CV, mientras que la segunda permite al motor generar 819 CV… con combustible de calle. Si empleamos combustible de alto octanaje, de competición, se logran los 852 CV de máxima.
Para limitar el calor creado por la mecánica, el Demon emplea un curioso sistema de refrigeración denominado SRT Power Chiller, que hace uso del sistema de aire acondicionado para reducir las temperaturas.
Lo mejor de este modelo es que no solo se ha limitado a aumentar la potencia, sino que también aplica mejoras en su chasis. La reducción de peso es extrema, eliminando asientos traseros, el asiento del copiloto, alfombrillas, revestimientos, aislamiento e, incluso, el sistema de entretenimiento y el aire acondicionado.
Asimismo, dispone de un modo Launch Control para optimizar la aceleración desde parado y de una caja de cambios automática de 8 relaciones con ajustes específicos para su nueva función.