Más potencia para un deportivo al que ya le sobra. Así de sencillo podemos resumir la llegada del Dodge Challenger Demon, un modelo, una versión radical, que la marca nos adelanta de cara al salón de Nueva York. No conocemos detalles, solo que será aún más insensato que el Hellcat. ¿Alguien ha perdido ya la cabeza?
No es aceptable, a nivel lógico, que Dodge ya ponga en tu casa un coupé deportivo de 717 CV de potencia. Por fortuna hay auténticos locos del motor, entre los que se incluye la marca americana, que acaba de anunciar que el Hellcat se quedará en una minucia comparado con lo que está por llegar.
¿Su nombre? Demon, el mismísimo diablo. Esta denominación no es nueva y ya ha aparecido en la historia de la firma. Concretamente en el Dodge Dart, un sobrenombre que no solo introducía novedades estéticas, sino que apuraba las capacidades de su motor V8 en plena efervescencia de los muscle car.
Ahora el demonio volverá encarnado en el Dodge Challenger Demon, que promete sensaciones mucho más fuertes. Basado en el Hellcat, ofrecerá más potencia extraída de su ya intimidante V8 de 6,2 litros sobrealimentado. Si el Hellcat anuncia 717 CV, el Demon podría acercarse peligrosamente a los 800 CV.
No hay demasiados superdeportivos con semejante caballería, como tampoco hay rivales en su segmento. Ni Ford ni Chevrolet se plantean algo similar, pero Dodge siempre ha jugado a su propio juego. A la espera de conocer más detalles, el Demon podría llegar al mercado a un precio de menos de 80.000 dólares, todo un caramelo para los amantes de las carreras de aceleración.