La importancia del Golf queda demostrada con sus más de cuarenta años de producción y los más de 30 millones de unidades vendidas. Pero por si te queda alguna duda, aquí te mostramos las 10 claves del mito.
En marzo de 1974, el Volkswagen Golf daba sus primeros pasos en la historia del automóvil. 42 años y siete generaciones después, el modelo se ha convertido en un mito. Gracias, en buena parte, a estas diez características que pasamos a enumerarte. Estas son las claves de su éxito.
No hay que pasar por alto que los primeros pasos del Golf están marcados por la enorme papeleta que le tocó jugar al modelo. Fue el sustituto del ya obsoleto “Beetle“, buque insignia de Volkswagen y automóvil más producido de la historia hasta ese momento. El éxito del modelo supuso nada menos que la propia supervivencia de Volkswagen; la marca necesitaba un éxito comercial tras los fiascos de los modelos 1500/1600 y 411/412 en su intento por dar el relevo al “Escarabajo“.
La producción del Golf superó la barrera de las 30 millones de unidades en junio de 2013, tal y como lo anunció la propia Volkswagen. Sólo de la primera generación se ensamblaron nada menos que 6,72 millones de unidades. En la actualidad, tras 42 años de historia, nuestro invitado se mantiene en el top 5 de ventas 2016.
Una de las particularidades del Golf es su presencia en la mayoría de mercados a lo largo de todo el globo. Fue uno de los primeros coches verdaderamente globales, pues la versión MKI de nuestro protagonista fue comercializado en países de toda Europa, pero también fuera de ella y con notable éxito, un hecho que se ha mantenido en el tiempo.
En el mercado norteamericano el Golf fue denominado Rabbit y su versión deportiva –el Rabbit GTI– comenzó a producirse en el año 1983 en la planta de New Stanton (Pensilvania, EE.UU.) con un motor 1.8 que rendía 90 CV, una caja de cambios que ya incorporaba la quinta velocidad –que se incluyó en Europa tras los primeros modelos de 4 marchas– y unos grupos ópticos delanteros cuadrados como diferencia fundamental con el modelo europeo.
Estuvo en producción hasta el año 1985, cuando se presentó la segunda generación del compacto deportivo, que esta vez sí fue denominado Golf, con lo que el nombre de Rabbit desapareció (más tarde fue un acabado) al mismo tiempo que la primera generación.
Otra de las denominaciones del Golf fue Caribe, sobrenombre con el que se conoció al Golf en México, donde comenzó a producirse en 1977 en la planta de Puebla. El Caribe GL –como se conocía al modelo similar al GTI europeo– comenzó a producirse en el año 1984 con un motor de 1,8 litros, 85 CV y 4 velocidades. City Golf es el nombre con el que es conocido en Sudáfrica, donde el éxito de la primera generación fue tal que ha estado en producción hasta el año 2010.
El Golf no fue el pionero de su segmento, ya que ese lujo le correspondió a modelos como el Giulietta TI o el Ford Lotus Cortina. Pero sí fue el encargado de popularizar con su versión GTI el segmento de los compactos deportivos o hot hatch. Son de esas siglas que no necesitan explicación, aquellas que cualquier amante del motor sacaría brillo con orgullo y esponja en mano un domingo por la mañana. La versión deportiva del Golf no vio la luz hasta el Salón de Frankfurt de 1975. Nuestro protagonista nació con el sobrenombre de “Golf Sport”. Pero, finalmente, los miembros del proyecto decidieron cambiar este nombre por el ya conocido de “GTI”.
Lo que no deja de sorprender es la aparición de la ‘I’ en la denominación, pues hace referencia a la inyección Bosch K-jetronic que incorpora el modelo deportivo, e inyección en alemán se traduce por “Einspritzung”. Existen dos teorías al respecto, una de ellas aboga por que fue el mismísimo Giorgetto Giugiaro el que decidió el nombre y la ‘I’ vendría del italiano “Iniezione”. Otra de las teorías que se baraja es que Volkswagen decidiera cambiar la ‘E’ para desmarcarse de otras firmas alemanas como Opel o Audi, que ya utilizaban las siglas GT-E.
Después de 42 años, sigue en la cúspide de su segmento. Uno de los mejores atributos del modelo es su chasis deportivo. Volkswagen ha sabido conservar la esencia del modelo generación tras generación. En especial en sus versiones más deportivas. Los GTI actuales siguen el camino abierto por nuestro protagonista: un compacto deportivo disfrazado de utilitario cuyo chasis rinde todo lo que se espera de él y más. Y aguanta con gran solvencia los potentes 110 CV que se encargan de mover los poco más de 800 kilos que pesa el primer GTI.
Cuatro décadas después, cualquier compacto continúa teniendo al Golf como referencia con la que compararse. Un caso único en la historia del automóvil.
Una de las claves de su éxito y que hace que mantenga siempre un alto precio de reventa, un tema no menor a la hora de comprar un coche. Cada nueva generación del Golf está emparentada en el plano estético directamente con la anterior; de forma que se produce una continua evolución y no una revolución. Así, todos los Golf parecen guardar un aire de familia (aunque un MKI no tenga nada que ver con un MKV, por ejemplo). Pero sobre todo, ninguna generación queda anticuada de golpe frente a la que le sustituye.
La primera versión diésel del Golf apareció allá por 1982, hablamos del denominado GTD. Sin embargo, fue en 1993, de la mano de la tercera generación de nuestro invitado, cuando surgió la versión que ha mantenido las ventas en las últimas dos décadas; aunque el GTI siga siendo la gran estrella. Los Golf TDI han sido los responsables de buena parte del éxito comercial del Golf. Han ofrecido las bonanzas de su chasis y su indudable atractivo estético combinadas con unas prestaciones dignas y un consumo mínimo.
Una de las cosas que han hecho del Golf la referencia que es hoy día es la deportividad; algo que han conseguido sin perder el espíritu práctico. Lo ha demostrado desde su primera generación. Esto es algo que le ha convertido en el coche perfecto para los alemanes que “gastan” deportivos. Es muy común que en los garajes donde duerme un Porsche 911 haya a su lado un Golf GTI para todos los días…
Otra de las claves es que el Golf se presenta como un modelo del segmento premium por calidad y tecnología. Es más caro que muchos competidores; pero tiene precios razonablemente accesibles.
Quién no recuerda el pomo con forma de pelota de golf o la tapicera a cuadros de los primeros GTI. Eran pequeños detalles de personalización (de fábrica) que conectaron inmediatamente con el público de menor edad. Ese tirón entre los jóvenes, que se ha heredado en cada generación, le ha dado la vida eterna. Es el Peter Pan del mundo del automóvil.
Además, si miramos la actual gama del Golf, la cantidad de versiones según carrocerías y motores abruma. Eso también ha sido un punto primordial en su éxito. Pues, partiendo de un único modelo, se ha acabado desarrollando una gama cada vez más amplia. En ella hay motores de todas las potencias, cilindradas y versiones, que van desde el familiar hasta el sedán; pasando por el monovolumen, el cabrio o los deportivos GTI y R.