En Alemania hay hasta 300.000 vehículos diésel que no encuentran dueño debido al alarmismo que se ha creado contra este tipo de combustible. A pesar de que todos ellos cumplen la normativa de emisiones Euro 5 y con un precio que ronda los 15.000 euros de media por vehículo, la asociación de concesionarios alemana (ZdK) ha explicado que es muy complicado encontrar a compradores para esos vehículos. En total, se calcula que su coste asciende a 4.500 millones de euros, todo un problema para los concesionarios.
Las restricciones y prohibiciones que han establecido algunos ayuntamientos a este tipo de vehículos, las reticencias que ha levantado el “dieselgate” y la popularización de los vehículos movidos por energía alternativa han provocado esta situación. Los concesionarios no consiguen venderlos y los clientes no se sienten atraídos por un coche nuevo con el que no saben con certeza si les estará permitido conducir en unos pocos años.
Para conocer estos datos, ZdK ha realizado una encuesta a 718 concesionarios alemanes de todas las marcas. El 77 % de los distribuidores afirma que ha reducido el importe de estos vehículos para ver si así consiguen dar salida al stock que tienen. Casi el 85 % se queja de que los fabricantes no están poniendo de su parte para bajar los precios y ayudar a los concesionarios.
Los coletazos del software fraudulento
Los fabricantes alemanes de automóviles anunciaron, a principios de agosto, que realizarían una actualización del software a más de cinco millones de vehículos diésel Euro 5 y Euro 6 para conseguir reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) entre un 25 y un 30 %.
Al parecer, este anuncio hecho por marcas como Volkswagen, el grupo Daimler, Porsche o Audi, entre otros, no ha sido suficiente para reactivar las ventas. Volkswagen, además, llamará a revisión a cuatro millones de vehículos y, a los que den de baja un coche antiguo y compren uno nuevo, les ofrecen ayudas de hasta 10.000 euros.