Hace unos días, grandes ciudades de todo el mundo están viviendo la Semana de la Movilidad Sostenible y Segura. Hoy, se presenta como la jornada clave al celebrarse el Día Mundial sin Automóvil, una cita que empezó a fraguar su origen a mediados de los años 90.
Desde que Europa tomara la iniciativa de esta idea, muchas ciudades del mundo de han unido a ella. El objetivo, reducir en la mayor medida de la posible el uso del vehículo durante un día, ayudando así a la conservación del medio ambiente.
Originalmente, el Día Mundial Sin Automóvil pretendía -y aún lo sigue haciendo- desincentivar el uso del automóvil al justificar los daños que producía en nuestro medio ambiente. A raíz de la crisis del petróleo de 1973, ya comenzaron las primeras protestas que buscaban promover medios de transporte más eficientes y sostenibles.
Sin embargo, no sería hasta mediados de los años 90 cuando tres ciudades europeas organizaron las primeras jornadas sin vehículos. Reikiavik (Islandia), La Rochelle (Francia) y Bath (Reino Unido) tomaron la primera iniciativa. A día de hoy, grandes ciudades de todo el mundo se han unido a la causa y aúnan fuerzas para que los ciudadanos colaboren en esta jornada.
El mismo Día sin Automóvil no es más que una pieza fundamental dentro de la Semana Europea de la Movilidad. Ésta, también pretende hacernos reconsiderar el modo en que nos planteamos nuestros desplazamientos, y grandes ciudades españolas y europeas participan en el evento.
Desde el propio Gobierno de España se ha insistido en los beneficios de respetar cada una de la jornadas que engloba la Semana Europea de la Movilidad. Ya no solo económicos, sino también medioambientales. Así, el uso de la bicicleta y del transporte público han sido dos elementos muy explotados que se pretenden acercar cada vez más a los ciudadanos.
Aún así, se ha advertido de que ciudades como Barcelona podrían sufrir colapsos de tráfico durante la jornada de hoy. Se cortarán 58 calles de la red secundaria y dos principales: la Via Laietana y la Gran de Gràcia. De este modo, en ambas solo podrán circular peatones, bicicletas y transporte público.
Otras urbes como Madrid, en principio, no contarán con problemas de tráfico, aunque sí se insta en utilizar en la mayor medida de lo posible el transporte público y la bicicleta. Ésta última, una herramienta de transporte que ha crecido en España más que en ningún otro país en los últimos años.