En la actualidad, han proliferado nuevas formas de movilidad con el objetivo de mejorar el aire de las ciudades. Cada vez, los ciudadanos tienen más opciones de transporte, como el carsharing, aplicaciones para compartir vehículo, servicios de alquiler (por tiempo limitado) de bicicletas eléctricas, etc. De este modo, el objetivo ya no es crear nuevos servicios de movilidad, sino establecer leyes que los regulen.
En algunos casos, para hacerlo apenas hay que modificar la Ley de Tráfico pero otros, como por ejemplo el uso de patinetes eléctricos, suponen un verdadero reto para el Gobierno. Son vehículos de movilidad personal (VMP) urbana, que necesitan una regulación diferente para determinar cómo deben circular y qué normas de seguridad deben seguir. Algo que, a partir de ahora será una de las principales labores de la Dirección General de Tráfico.
Gracias a la última Jornada sobre planes de movilidad reducida, organizada por la Fundación Pons y el Congreso Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), sabemos que la DGT se encargará de regular el uso de los patinetes eléctricos en las ciudades. Según el director de Tráfico, Pere Navarro, este organismo será el encargado de crear una base legislativa común. Más bien “unas normas muy básicas” que aporten “cierta personalidad jurídica” al uso de los patinetes.
Tal como publica El mundo, los responsables de que la DGT lleve a cabo estas tareas son los Ayuntamientos. Todos ellos, piden que este tipo de vehículos se clasifiquen de forma precisa y solo así se podrán imponer normas locales que limiten su actividad. Una petición que, además, han reclamado con urgencia, dado que son una forma de movilidad cada vez más popular.
La realidad es que, ahora, la forma de circular por la ciudad con un patinete eléctrico es diferente dependiendo de la localidad. Por ejemplo, en Barcelona lo consideran como un vehículo similar a la bicicleta, por lo que creen que deben seguir las mismas normas. En otras zonas, en cambio, se plantean si deben compartir la vía con los peatones o con los vehículos, pero el problema es su velocidad; son demasiado rápidos para los peatones y serían demasiado lentos si los comparamos con los coches.
En Madrid, si tienes más de 15 años puedes utilizar patinetes eléctricos sin supervisión. En cambio, en el resto de ciudades habría que esperar a los 16. Y, abriríamos otro debate si planteamos que los que se desplacen en patinete deben llevar casco obligatoriamente o no, ya que hasta ahora no sería necesario. Por tanto, hablamos de muchas diferencias y matices en las cuestiones más básicas, que necesitan ser unificadas, pues, de lo contrario, nuestra seguridad vial está en riesgo.