La DGT recuerda la obligatoriedad de utilizar el intermitente.
La DGT se ha propuesto que la vuelta al colegio sea ejemplar. En todos los sentidos. Y lo quiere hacer recordando un pequeño gesto de obligado cumplimiento que debería estar automatizado en el comportamiento de los conductores, aunque no todos lo hacen con corrección, para desesperación de muchos: el uso del intermitente.
Tráfico lo ha querido recordar en sus canales oficiales: “No olvides las buenas costumbres y dale a la palanquita cada vez que gires, te incorpores, adelantes… Por seguridad #PonElIntermitente”.
Pero no se trata de una buena costumbre, una cortesía que tiene un conductor con el resto de vehículos o la acción solidaria del día, sino una obligación recogida en el Reglamento de Circulación que nos obliga a utilizar de una forma y un modo muy concreto los intermitentes. Y no hacerlo conlleva multa.
Dos tipos de multa
En artículo del Reglamento de Circulación referido al uso del intermitente, a su no utilización, refleja dos tipos de sanciones. La primera penada con 80 euros se debería a que el conductor no lo acciona con la suficiente antelación para que sea advertido por el resto de vehículos y que así adapten su circulación a la acción que va a acometer. La segunda sería de 200 euros. Y estaría motivada por lo no haberlo accionado.
Se trata este de un comportamiento que deberíamos tener automatizado del mismo modo que hacemos con el cambio de marchas o con el cambio de luces cuando conducimos de noche. Sin embargo, son muchos los que olvidan accionar el intermitente en sus desplazamientos, especialmente en ciudad o en carreteras de varios carriles. Giran pensando que es una acción que no va a molestar a nadie y no le dan a la palanquita del intermitente.
Sin embargo, tiene una gran importancia en la circulación y su no uso podría suponer un peligro. Permite a los demás ocupantes de la vía a conocer qué vamos a hacer con antelación y puede evitar accidentes pues, dependiendo de la situación, uno advertirá la necesidad de frenar o ceder más espacio con el vehículo que le precede para que entre un vehículo situado en el lateral.
Además, la falta de uso de los intermites está siempre en los primeros puestos de los estudios de los comportamientos que más molestan de otros conductores durante un viaje. Provoca tensiones entre vehículos al mismo tiempo que genera estrés, ansiedad y miedo a la conducción.