El Consejo de Ministros aprobó hoy el un Real Decreto con el que modifica el Reglamento General de Circulación (artículo 48) variando el límite de velocidad de las carreteras convencionales que bajarán de 100 km/h a 90 km/h. Esta nueva normativa entrará en vigor un mes después de que se publique en el BOE, por lo que hasta finales de enero o principios de febrero se haría realidad.
El límite de 90 km/h será para turismos y motos, mientras que el resto de vehículos tendrán que circular a un máximo de 80 km/h (comerciales, camiones, autobuses…). La excepción queda en las carreteras en las que haya dos carriles por sentido y una barrera física que los separe. Aquí se mantendrán los 100 km/h de máxima. Estos cambios afectarán a unos 7.000 km de carreteras.
Por su parte, en autovías y autopistas, los turismos y motos podrán seguir circulando a 120 km/h mientras que los autobuses tendrán un nuevo límite de 100 km/h y los camiones y furgonetas no podrán superar los 90 km/h.
Los cambios también afectarán a las carreteras sin señalizar la separación entre carriles. Estas rebajan su límite de 80 km/h a 70 km/h. Y las vías sin asfaltar que ahora tendrán una máxima de 30 km/h.
Finalmente, hay un tipo de vehículo en el que se ha puesto la nueva atención: las autocaravanas, que ahora tendrán un límite de velocidad 10 km/h inferior al establecido en la vía. Pero no son los únicos cambios, también hay previstos otros muchos cambios normativos que poco a poco se irán desgranando que afectan al uso del teléfono móvil al volante (mayor pérdida de puntos) o a la realización de cursos de recuperación de puntos y del carné de conducir.
Desde la DGT, que ya daban a entender que este cambio sería efectivo entre febrero y marzo en una publicación interna, defienden esta reducción de la velocidad máxima en las vías secundarias aludiendo a una serie de estadísticas y tendencias que se están produciendo en el resto de Europa. Así, aluden a que el 77 % de los accidentes se producen en las vías secundarias y que estas soportan el 75 % de las muertes en carretera.
Así, del total de 1.321 fallecidos que hubo el año pasado en vías interurbanas, 1.013 se produjeron en vías secundarias. Y apostillan que esta estadística se ha mantenido en la última década, con un índice de accidentalidad y fallecimientos sobre el total que gira entre el 76 y el 80 %.
Las investigaciones dictaminan que la velocidad inadecuada fue el causante de 400 fallecimientos el año pasado, en esta ocasión no alude a las causas del resto, mientras que este mismo motivo estuvo detrás de hasta 367 salidas de vía. Finalmente, señalan que la probabilidad de fallecer en un siniestro por exceso de velocidad en una carretera convencional es 2,7 veces superior a la que habría en una autovía o autopista.
Así, estudios internos que se manejan en la DGT señalan que una reducción de 5 km/h de los límites de las vías secundarias lograría reducir un 28 % los accidentes mortales.
Y para evitar sorpresas, alude a una tendencia que se está produciendo en el resto de países de nuestro entorno. Así, recuerda que en Hungría y Suecia han rebajado en los últimos años los límites de velocidad de 90 km/h a 80 km/h, algo que permitió al país nórdico reducir en un 42 % la cifra de fallecidos en sus carreteras.