Era evidente que no iba a tardar demasiado tiempo en suceder. Las furgonetas camufladas se presentaron como un elemento más de vigilancia del uso del teléfono móvil y el cinturón de seguridad en el interior de los vehículos. Se optó por este tipo de vehículos por que su altura permitiría un mejor control de lo que sucedía en el interior de los coches. Pero ahora, aumentan sus funciones. Las últimas noticias que nos llegan es que están incorporando radares de velocidad para controlar los excesos de velocidad que se cometen en nuestras carreteras.
La denuncia la ha realizado Social Drive, una red social en la que los usuarios muestran la disposición del tráfico en las carreteras a lo que añaden la presencia de controles y radares en las carreteras. De esta manera, aquí ya se han podido ver las primeras imágenes de estas furgonetas camufladas con los cinemómetros captando a los coches que superaban los límites de velocidad.
Y las críticas no han tardado en llegar a las redes sociales. Hay, incluso, quien apunta a que han tenido que recurrir a los radares de velocidad porque no estaban consiguiendo todas las multas que esperaban solo con la vigilancia de teléfonos móviles.
Las ventajas de utilizar estas furgonetas son evidentes para la detección de excesos de velocidad: no están identificadas como vehículos oficiales (solo en un puñado de casos utilizan la matrícula de la PGC – Parque Guardia Civil); los conductores aún no temen a este tipo de vehículos, algo que sí sucede con algunos modelos concretos de turismos con las lunas tintadas con los que te cruzas en la carretera; y por su posición más elevada resulta difícil ver el radar con anterioridad, solo se ve cuando uno se coloca a la altura del vehículo…
De hecho, la furgoneta (una Ford Transit) que exhiben las redes sociales de Social Drive cuenta con un radar TruCam situado en el salpicadero de la cabina. Y, encima, estaba mal aparcada. Ocupaba una zona pintada sobre la calzada para canalizar el tráfico de salida de una autovía.
A pesar de estas nuevas capacidades de las furgonetas camufladas, seguirán vigilando las distracciones al volante, especialmente las relativas al uso del teléfono móvil (que a partir de enero conllevará una pérdida de 6 puntos y no de 3 como hasta ahora) y al uso del cinturón de seguridad.
Aunque también revisarán que guardemos una correcta posición al volante, si bebemos o comemos (la última multa viral fue por comer una magdalena al volante) y si estamos pendientes de la carretera para responder como corresponde en caso de emergencia.