Un 34% (más de un tercio) de todos los delitos que se cometen en España actualmente son delitos contra la Seguridad Vial. Es una de las conclusiones que ha expuesto el fiscal de sala coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, y que publica El Mundo.
En total, durante 2018, se dictaron 89.264 sentencias condenatorias de esta tipología, de las que 56.173, un 63% del total, fueron por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Esto supone una subida del 10% con respecto a los datos de 2017.
El Fiscal justificó esta subida de los delitos contra la seguridad del tráfico en el “buen funcionamiento del sistema”. El repunte coincide con el refuerzo de los controles de alcoholemia y drogas y a la generalización del juicio rápido para sentenciar los procedimientos con mayor rapidez.
Otro dato llamativo de la Fiscalía es que en todos los controles de alcohol que realizó la DGT en 2018, se iniciaron 142.530 procedimientos penales y administrativos, lo que se traduce en un 2,5% del total de conductores con carné de conducir vigente en España.
Sobrepasar los límites de velocidad es otra de las causas mayoritarias de delito contra la seguridad vial, que en muchos casos la autoría corresponde a conductores reincidentes, según el Fiscal. Bartolomé Vargas aportó algunos datos a este respecto, como que el 9,6% de los conductores (más de 2 millones y medio) habían sido sancionados por radares en 2018.
Por otro lado, en el capítulo de homicidios imprudentes, 250 de los 342 que se formularon en España el pasado año, un 73%, se relacionan con accidentes de tráfico.
El Fiscal también aportó datos sobre población reclusa en España por delitos contra la Seguridad Vial. En la actualidad hay 1.224 presos por cometer “exclusivamente” delitos de tráfico que, según Vargas, “la mayoría de ellos son multirreincidentes”. A ellos se suman otros 3.940 por acumular entre sus condenas al menos una de este tipo.
En este sentido, se destacó que la reincidencia en infracciones de tráfico puede conllevar cárcel, especialmente por sobrepasar el doble la velocidad permitida de la vía, conducir con una tasa de alcohol muy alta (0,6 mg/l aire) o conducir de forma temeraria.