Las intersecciones y los cruces de vías son las zonas con más peligro de nuestras carreteras. De hecho, según los datos recogidos y analizados por Formaster (Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Seguridad Vial), en torno al 21,5% de los fallecidos en accidente de tráfico en 2016 (con una cifra total de 1.810) sufrieron el accidente mortal en una intersección o cruce. Este porcentaje representa unos 389 muertos.
Como explican desde Formaster, hay tipos de cruces con más riesgo que otros, encabezando la lista los cruces en X y en +, con un 43% de los siniestros, y seguidos por los cruces en forma de T y en Y, que presentan un 29,2% del total. Estos últimos pueden ser, por ejemplo, las incorporaciones a autopistas o autovías.
Sin embargo, los mismos datos han destacado que las rotondas son los cruces que menos accidentes de tráfico registran cada año. Están presentes en el 22,3% del total de los siniestros, aunque este dato puede llegar a hasta el 35% cuando hablamos de glorietas que se sitúan en vías interurbanas. Según Autopista.es, esto ocurre porque los vehículos circulan a más velocidad por estas zonas, por lo que el conductor dispone de menos tiempo para reaccionar y evitar un incidente.
Los siniestros más frecuentes suelen darse por alcance de dos vehículos o choques frontolaterales. En el primer caso, un coche golpea a otro en la parte trasera por no guardar la distancia de seguridad y en el segundo, un vehículo choca “de morro” contra el lateral de otro.
Este tipo de siniestro es el más peligroso de los que se pueden dar en una intersección, ya que la zona de las puertas es más ligera y buena parte de los modelos que circulan por nuestras carreteras no suele disponer de airbags laterales o de cortina que protejan a los pasajeros (si bien este elemento ya está pasando de ser una opción a aparecer en la dotación de serie de los vehículos nuevos).