Cristina Gutiérrez y Gabi Moiset ponen rumbo a Lima, donde el 6 de enero comenzará la 40ª edición del Dakar. Este año, la carrera por etapas más dura del mundo atravesará Perú, Bolivia y Argentina.
El equipo ha presentado en Madrid, en la sede del Consejo Superior de Deportes, las líneas maestras de un proyecto que luchará para llevarse la victoria en la competida categoría de vehículos derivados de serie, los T1-S. Y lo hará, nuevamente, en un Mitsubishi Montero preparado por ARC-Miracar, encuadrado en la estructura de la formación DKR Raid Service. Aunque la apariencia exterior del coche recuerda al que llevó a Cristina Gutiérrez a convertirse en la primera piloto española que terminó el Dakar en coches, cuenta con innumerables mejoras. ¿Cuáles son?
Para empezar, se ha realizado un intenso trabajo en las suspensiones, el chasis y el motor (un 3.2, el más potente de la gama), incorporando las últimas especificaciones para este modelo y mejorando claramente su competitividad. “Lo notaremos en las posiciones y en los tiempos”, ha comentado Cristina.
La piloto afrontará su segunda participación en este rally “con la experiencia que otorga haber hecho ya un Dakar, pero con prudencia, para no pensar que conocemos todo lo que esta prueba puede esconder. Nos hemos fijado un reto muy complicado, pero también ilusionante: ser los más rápidos en nuestra categoría. Será difícil, pues nos tocará luchar de tú a tú contra participantes muy experimentados y coches bien preparados y testados. Pero confiamos en el equipo y en el siempre fiable Mitsubishi Montero, mi arma en este Dakar 2018”, ha señalado la burgalesa.
Por su parte, su copiloto, Gabi Moiset, cree que “ésta será una edición del Dakar muy dura, sobre todo en las primeras semanas, en las que la navegación va a volver a ser el elemento clave. No obstante, veo a Cristina muy bien preparada y con la motivación necesaria para afrontar los retos marcados y dar más de una sorpresa”, añade.
África sigue esperando…