Con el retorno de las vacaciones y la vuelta el cole, es un buen momento para retomar las buenas costumbres, como moverte en bicicleta como forma de transporte por la ciudad. Ya son más de 3,8 millones de españoles los que optan por este tipo de transporte, según el Barómetro de la Bicicleta de 2015. Si eres de los que se decantan por pedalear o si te has propuesto empezar a hacerlo, deberías recordar que, en ocasiones, no resulta una práctica del todo segura.
Son indudables los múltiples beneficios que aporta el ir en bicicleta a diario, como la reducción de la contaminación, la descongestión del tráfico y los numerosos beneficios para la salud. Coverfy, la primera app que permite gestionar todos los seguros desde el móvil y optimizar precios y coberturas, ofrecen 5 claves para aumentar la seguridad de quienes llevan a cabo esta práctica en su día a día.
Utiliza elementos que te den una mayor visibilidad, como la luz delantera o trasera o un timbre para que puedas advertir a los peatones cuando sea necesario. Aunque el uso de ropa reflectante solo es obligatorio en carretera, es recomendable utilizarla también para ir por la ciudad. Toda medida extra de este tipo es válida para conseguir que los conductores te vean a tiempo.
En ciudad no es obligatorio que los mayores de 16 años utilicen casco. Sin embargo, se recomienda hacerlo ya que, en caso de accidente, puede salvarte la vida, al ser la cabeza uno de los puntos más vulnerables de los ciclistas. En cuanto a la ropa, utiliza una vestimenta que te permita pedalear y subir y bajar de la bicicleta sin problemas. Si tu empresa tiene vestuarios con duchas, puedes plantearte ducharte al llegar en lugar de ir duchado de casa.
Los ciclistas no pueden rebasar los 45 km/h en ningún tipo de vía. Si el límite de velocidad general de la misma es inferior, tendrás que adaptarte a él. Según el tipo de vía, te estará permitido circular por un sitio o carril distintos, consúltalo antes de iniciar la ruta aunque la recomendación general sea que hay que ir por el arcén derecho.
Guarda bien los tickets o facturas de tus pertenencias (como la bicicleta o el casco) para que, en caso de que se produzca un accidente, la aseguradora pueda cubrir los bienes materiales. De no ser así, probablemente te ofrecerán un importe inferior.
¿Pero eso no era solo para los coches?, te preguntarás. Teniendo en cuenta que los ciclistas son los actores más vulnerables de la calzada, tiene sentido el hecho de plantearte contratar un seguro. El incremento de los desplazamientos con este medio de transporte ha provocado que, en los últimos años, el número de accidentes se haya multiplicado. Para ello, es conveniente conocer los distintos tipos de seguros y cuál es la mejor opción en cada uno de los tipos de accidentes.
En primer lugar, los expertos de Coverfy aconsejan contratar, aunque no sea obligatorio, un seguro de bicicleta. Los puedes encontrar a partir de 24 euros al año y te ofrecerá protección en caso de accidente, robo y/o daños a la bicicleta tanto en el campo como en ciudad. Algunos incluyen también la defensa y protección jurídica en caso de reclamaciones o conflictos con terceros.
Un accidente bastante frecuente es el atropello involuntario a un peatón. En el caso de que se ocasionen daños materiales o físicos a la persona atropellada, es el ciclista el que tiene que cubrir esos gastos e indemnizarlo. En algunas ocasiones, esto te lo puede cubrir el seguro del hogar, siempre que incluya la garantía de Responsabilidad Civil. El seguro del hogar también cubre el robo de la bicicleta cuando te la hayan sustraído allí.
Si es un vehículo a motor el que ha arrollado a un ciclista, ya sea un coche o una moto, el ciclista podrá reclamarle una indemnización por los daños físicos y materiales ocasionados. Es importante presentar el parte de lesiones y las facturas o tickets de los bienes materiales. En el caso de que el vehículo tuviera contratado el seguro obligatorio, este tipo de accidentes están cubiertos, aunque es importante reclamarloz en el propio momento del accidente.