Consejos para evitar quedarte tirado en la carretera
Hacer periódicamente un repaso preventivo del estado del coche reducirán drásticamente las posibilidades de quedarnos tirados en vía en mitad de un viaje.
Hace sólo unas décadas, un destornillador, cinta americana y unas nociones básicas de mecánica podían sacarte de un apuro si el coche se quedaba tirado en mitad de la carretera. Sin embargo, el nivel tecnológico de los vehículos actuales deja la solución de averías fuera del alcance de los no expertos, por lo que es más aconsejable que nunca mantener el vehículo bien cuidado y observar unas recomendaciones básicas que puedan librarnos de sorpresas desagradables durante un viaje. Por eso, con la ayuda de los expertos de Alquiber, responsables de que la empresa líder en el negocio de alquiler de vehículos de renting flexible, os ofrecemos una serie de sencillas claves para reducir considerablemente las posibilidades de sufrir averías y disgustos en carretera.
Y es que hacer periódicamente un repaso preventivo del estado del coche, en el que no falte el control de los niveles de los líquidos, frenos, dirección y, en definitiva, su estado mecánico general, y cuidar de detalles menos comunes, pero que también pueden evitarnos sorpresas en carretera, como el estado de los limpiaparabrisas y el alumbrado, además de la integridad y presión de los neumáticos, son pequeñas medidas que podemos tomar para reducir drásticamente las posibilidades de quedarnos en la cuneta.
Neumáticos. Cuidar el estado de tus neumáticos es siempre importante, ya que es la única superficie del vehículo en contacto con el asfalto. Sin embargo, antes de hacer un viaje largo es más necesario que nunca asegurarse de que la presión es la correcta de acuerdo con las indicaciones del fabricante. El adecuado estado de los neumáticos aumentará el agarre al pavimento y disminuirá las probabilidades de encontrarnos ante situaciones de riesgo. Además, es recomendable hacer el paralelo al coche para ajustar los elementos de dirección y suspensión según los valores establecidos por el fabricante: alineando las ruedas de cada eje y los ejes entre sí, conseguiremos que apoyen bien en el asfalto y que rueden paralelamente.
Sistema de refrigeración. Durante un viaje largo, las altísimas temperaturas generadas por los motores de los vehículos pueden dispararse. Por eso, comprobar que no hay fugas en radiador y manguitos y asegurarse de que están bien ajustadas las conexiones, mantener el radiador limpio, asegurarse de que el depósito está en el nivel indicado por el fabricante y dedicar más atención al indicador de temperatura en el panel de instrumentos son algunas de las medidas que te ayudarán a evitar sorpresas desagradables con el sistema de refrigeración.
Sistema de frenado. Los frenos también son un punto clave durante un viaje, ya que las altas velocidades pueden obligarnos a poner a prueba nuestra capacidad de detención de manera inesperada. Hacer una revisión del estado de las pastillas y comprobar el nivel del líquido de frenos garantizará una mayor seguridad y hará que nuestros frenen reaccionen correctamente en cualquier situación.
Niveles. Esta misma vigilancia también debemos aplicarla al resto de niveles del vehículo, con la comprobación del nivel del aceite y del agua del limpiaparabrisas como medidas imprescindibles. Antes de realizar cualquier viaje hay que asegurarse de que están bien.
Filtros. Un filtro obstruido puede acarrear diversos problemas, entre ellos, que el motor se gripe. Al igual que los fusibles son la primera barrera de protección para el sistema eléctrico, el filtro de aire y el filtro del aceite son una protección fundamental para el buen funcionamiento del motor. Del mismo modo, debemos prestar especial atención al filtro antipolen o filtro de cabina, ya que durante un viaje las partículas de la carretera pueden quedar en suspensión en el aire y ser absorbidas por el coche.
Batería. Una batería descargada de golpe y sin previo aviso puede dejarnos tirados en el momento más inoportuno. Por eso, es recomendable revisarla y sustituirla si fuera necesario. Además, en el caso de los eléctricos esta vigilancia es vital, ya que su punto clave para funcionar es la batería eléctrica. Si falla, puede incluso afectar a su autonomía -ya que la frenada regenerativa se puede ver alterada-.
Planificación. Además, consultar la ruta, localizar lugares de descanso y repostaje (ya sea de combustible o de electricidad), así como comprobar la previsión meteorológica y estado de las carreteras, son medidas que también pueden ayudarnos a encontrar mejor una solución en caso de sufrir una sorpresa desagradable. En cualquier caso, siempre hay que asegurarse de llevar rueda de repuesto o kit para pinchazos, chaleco reflectante y dos triángulos o baliza luminosa V-16, por si sufriéramos cualquier incidencia que nos obligara a detener el coche en la vía.