El Congreso de los diputados está en vías de aprobar una reforma del Código Penal en materia de seguridad vial. Tal como publican en Autofácil, este nuevo texto endurecerá las penas por homicidio en caso de atropello por conducción imprudente.
Hoy en día, se establece una pena de cuatro años de cárcel para aquellos que cometen esta clase de delitos, pero con la nueva reforma se pretende ampliar dicha sanción hasta los 9 años. De ser aprobado, este nuevo texto además acabaría con la ambigüedad respecto a lo que se entiende por penas graves y muy graves, algo que hasta ahora recaía en la decisión de los jueces. Asimismo, según recogen en EuropaPress, se endurecerán las sanciones en caso de que el conductor responsable abandone el lugar del accidente o existan varias víctimas del mismo atropello.
Esta reforma pretende acabar con los malos hábitos al volante o, mejor dicho, con las principales causas de accidente de tráfico en nuestro país. Para quien no las conozca, hablamos de tres comportamientos concretos; circular superando los límites de velocidad, conducir bajo los efectos del alcohol o hacer lo propio bajo la influencia de drogas y otras sustancias.
Toda la reforma se inició gracias a la petición de las asociaciones de víctimas y ciclistas, que exigían más garantías de seguridad para los usuarios vulnerables. No obstante, todavía no se ha aprobado oficialmente; si todo sigue según lo previsto, los grupos parlamentarios podrán votar el próximo lunes para su aprobación.
Como decimos, una de las modificaciones más destacadas está relacionada con el abandono de las víctimas en la carretera. Como publica EuropaPress, con el nuevo texto se busca aumentar la sanción a quien abandona el lugar del accidente, sabiendo que deja allí a otra persona que puede estar lesionada o incluso fallecida.
Se considera una falta de solidaridad que infringe una norma principal para la seguridad vial. Por ello, contemplan que la pena debe ser más estricta y estipulan un aumento de seis meses a cuatro años de prisión, más la retirada del permiso de conducir por un periodo de entre uno y cuatro años.