Si no quieres comprar un automóvil nuevo en los concesionarios, porque buscas una opción más asequible, pero tampoco quieres recurrir al mercado de segunda mano, los coche km 0 son tu mejor opción. Hablamos de un tipo de vehículos que pueden entenderse como nuevos, ya que como su propio nombre indica, no han recorrido apenas kilómetros desde que salieron de la fábrica. Sin embargo, son vehículos que los concesionarios han tenido que matricular por motivos coyunturales.
Es el caso, por ejemplo, de todos aquellos automóviles que se han visto afectados por la entrada en vigor de los nuevos ciclos de homologación de vehículos WLTP. Concretamente, hablamos de los vehículos que se habían homologado en base al ciclo NEDC y, por ello, ya no podían venderse como nuevos en los puntos de venta. Algo que los concesionarios intentaron solventar matriculándolos antes del 1 de septiembre. Por lo que, a pesar de ser nuevos, ahora están matriculados y pertenecen al grupo de los kilómetro cero.
Así pues, entendiendo esto, te mostramos todo lo que necesitas saber sobre un coche km 0, basándonos en las indicaciones publicadas por El País. Si estás pensando en comprar uno de ellos, lee atentamente y acertarás.
Como decimos, los modelos de kilómetro cero son vehículos completamente nuevos. Por tanto, son automóviles sin taras, ni desgastes ni alteraciones sobre el origen. Lo único que les diferencia de los coches nuevos del concesionario es la placa de la matrícula. Es más, nunca deben superar los 100 km recorridos y estos se deben a transportes desde la fábrica u otros desplazamientos relacionados con temas logísticos (desplazamientos en el concesionario, entregas a los clientes, etc.).
Una de las ventajas que tienen estos coches es que están disponibles en el acto. De este modo, si el automóvil se ajusta completamente a tus necesidades, puedes empezar a conducirlo nada más comprarlo. Una vez que rellenes toda la documentación necesaria y se hayan cumplimentado todos los trámites, podrás empezar a disfrutar de él. En otras palabras, es un proceso fácil y rápido.
Es importante destacar que estos vehículos no pueden modificarse. Es decir, que si la mecánica y las prestaciones encajan en tus criterios, pero el color de la carrocería no, no podrás cambiarlo. Debes aceptar todos los aspectos de ese vehículo y, por esta razón, necesitas hacer una buena investigación previa para valorar todas las opciones. Dos automóviles kilómetro cero no tienen por qué ofrecer las mismas características, aunque sean del mismo modelo y año. Cada uno puede presentar un equipamiento diferente y esto hará que su precio aumente o disminuya, dependiendo de cada caso. Por tanto, lo esencial es hacer un buen rastreo en diversos concesionarios para escoger la opción que más se ajuste a nuestras necesidades.
Un coche que no puedes modificar a tus exigencias tiene una ventaja determinante: es más económico. No obstante, el precio final variará en función de diversos factores. Por ejemplo, un vehículo km0 será más barato si al concesionario le urge deshacerse de él o si las prestaciones son muy básicas. Pero, además, estos precios también se ven alterados por la demanda. Es decir, si un vehículo está muy demandado, el descuento será menor que el que puede ofrecer otro coche menos popular.
Es importante recordar que este vehículo fue matriculado por el concesionario y, por esta razón, debe aplicarse la correspondiente transferencia al cliente una vez se complete la compra. En este caso, es cuestión de negociar quién se hace cargo del coste de la tramitación.
Si vas a optar por un coche km 0 por ser una opción más asequible, lo lógico es que compruebes si compensa. Debes tener claras tus preferencias, pues no servirá de nada comprar un coche de este tipo con unas prestaciones que no vas a utilizar o sacar partido. Si lo haces, el ahorro no será tan evidente, ya que estarás pagando más por algo que no necesitas.
Otro aspecto fundamental antes de comprar un vehículo kilómetro cero es comprobar si con la adquisición se incluye algún servicio añadido. Estos pueden ser desde planes de financiación hasta una ampliación de garantía (entre otros). Por ello, debemos informarnos de todo antes de firmar la compra, ya que el precio podría ser más alto si contratamos servicios alternativos.
En lo que se refiere a la garantía, es importante saber que se activará en el momento de su matriculación. Por tanto, si un vehículo kilómetro cero lleva seis meses matriculado y la garantía contempla 2 años, cuando vayamos a comprarlo solo tendremos un año y medio de coberturas.