Volkswagen ya tiene a la venta su nuevo y popular Golf GTI, un compacto de altas prestaciones que dice ser más efectivo, rápido y polivalente, pero, ¿cómo se comporta frente a los más avanzados de su categoría? Lo comparamos con el Renault Mégane R.S. para conocer si los atributos del último germano son suficientes para justificar su elevado precio.
El Volkswagen Golf GTI dio a luz hace ya casi medio siglo a un nuevo segmento de vehículos compactos de altas prestaciones. Durante muchos años fue referencia absoluta, con muy escasa competencia y una evolución, generación tras generación, que ha sabido trabajar una faceta dual que a día de hoy todavía sigue siendo su estandarte.
Esta nueva generación, la octava, han mantenido esa filosofía. Y es que Volkswagen ha seguido fiel a su idea de no evolucionar en exceso el Golf, tampoco el GTI. Al nuevo diseño le acompaña un motor de gasolina 2.0 TSI de cuatro cilindros que presume de 245 CV, los mismos que la versión GTI Performance de su antecesor. Es ya una potencia cercana al resto de modelos que conforman el selecto grupo de compactos deportivos: Ford Focus ST, Hyundai i30 N… o Renault Mégane R.S.
Precisamente, el modelo de Renault, con los años, ha conseguido convertirse en referencia del segmento, aunque lo ha hecho por otro camino. Si bien la polivalencia, la dualidad, siguen presentes, el Renault Mégane R.S. es un vehículo mucho más radical en cuanto a planteamiento, más todavía esta versión Trophy que comparamos.
Las novedades residen, entre otras cosas, en un motor 1.8 turbo de 300 CV, 20 más que el Mégane R.S. convencional. También añade diferencial delantero autoblocante Torsen y un equipo de suspensión notablemente más rígido. Esto hace del Renault Mégane R.S. Trophy una máquina mucho más enfocada a las prestaciones, aunque también a las sensaciones.
Es un vehículo extremadamente efectivo, de los que sorprenden por cómo entra en las curvas y por cómo sale de ellas. El eje delantero va pegado al asfalto, cortesía no solo de una puesta a punto fabulosa, también de la monta de neumáticos de altísimas prestaciones Bridgestone Potenza S007, con especificación R.S.
El Renault Mégane R.S. es muy efectivo tanto en circuito como en carreteras ratoneras, gracias a un Torsen delantero que no deja deslizar las ruedas en aceleración y que mete el morro hacia el interior del viraje, siempre que el firme esté en perfecto estado, claro; sobre mojado muestra más tendencia a abrir la trayectoria. Sin embargo lo mejor del Mégane es algo de lo que el Volkswagen Golf GTI carece: la dirección a las cuatro ruedas.
Es, de hecho, el único de su clase que la equipa, de serie además. El sistema 4Control gira las ruedas traseras más o menos en función de la velocidad y del modo de conducción seleccionado. Cuando lo hace en sentido contrario a las delanteras genera artificialmente una batalla más corta y, en consecuencia, produce un movimiento más cerrado y controlado, sin tantos grados de volante.
En términos generales es estable, pero desconectando los controles es posible, además, jugar tanto como queramos con la zaga, alternando entre gas y freno. En definitiva, un producto efectivo, pero divertido a la vez que tiene más de circuito que el Volkswagen Volkswagen Golf GTI.
El Volkswagen Golf GTI en un mismo trazado puede casi seguir el ritmo del Renault Mégane R.S., especialmente si este no es demasiado cerrado y angosto. La razón es que aunque también equipa diferencial mecánico en el eje delantero es menos avanzado y de control electrónico, lo que limita correctamente la pérdida de tracción, pero no de forma tan expeditiva como el Renault Mégane R.S.
Es muy rápido, con un chasis más rígido que su antecesor pero puesto a punto de manera más liviana. La pega que tiene el Renault Mégane R.S. es que esa efectividad se consigue a cambio de una configuración de chasis tan dura que a más de uno sacará de quicio. El Volkswagen Golf GTI propone mejor compromiso de confort para el día a día. No olvidemos que no dejan de ser compactos polivalentes.
Y ese es precisamente el as en la manga del Volkswagen Golf GTI, algo que el Renault Mégane R.S. no puede equipar. Por 865 euros recomiendo encarecidamente la suspensión adaptativa, dispositivo que cambia radicalmente el comportamiento del coche según el modo de conducción escogido.
Hay hasta 15 programaciones de dureza para los amortiguadores, desde una casi tan suave como la de un Volkswagen Golf convencional hasta otra tan firme que no querrá usarla nada más que en un circuito bien asfaltado. Esto es lo que hace diferente al Volkswagen Golf GTI, que se adapta perfectamente a las condiciones. Es un vehículo mucho más recomendable para uso regular, aunque acepta alegremente sesiones en pista. Para ello probablemente el Volkswagen Golf GTI Clubsport (de reciente lanzamiento) sea mejor opción… y a falta de probarlo tal vez sea el rival más directo de este Trophy.
Pero este equilibrio tiene un punto negativo, y es que no emociona tanto como su rival. Al final, a sus mandos, da la sensación de conducir un coche rápido, pero sobre el que no se tiene tanto control como en el Renault Mégane R.S. Por ejemplo, el eje trasero va soldado al suelo, y ni quitando los controles se ‘suelta’ un poco.
En un coche más subvirador, carácter habitual de los modelos de Volkswagen. Ojo, que el eje delantero también está trabajado para obtener un rendimiento que es bueno incluso al límite: el subchasis delantero es de aluminio y 3 kilos más ligero que en el resto de la gama. Pero no logra exhibir esa precisión casi quirúrgica del Trophy.
Prestacionalmente ocurre algo parecido. Los 50 Nm de par extra que genera el Renault Mégane R.S, al final, se notan (¡cómo corre!). Y eso que sobre el papel no hay una diferencia tan significativa, más aún en las cifras de aceleración. Pero es que de paso el francés introduce en una atmósfera mucho más deportiva gracias a un sonido de escape más elaborado, cargado de explosiones en reducción y cambio.
Algo que el Volkswagen Golf GTI no consigue con tanto ahínco, pues la emulación de sonido en el interior (el Renault Mégane R.S. también la tiene) camufla casi por completo el bonito (desde fuera) ronroneo de su doble escape. Por cierto, aunque el Volkswagen ya está disponible con cambio manual, el automático DSG de doble embrague que comparamos aquí convence: es eficaz en conducción deportiva y suficientemente suave ante una marcha relajada. La transmisión EDC, de características similares a la alemana pero con seis relaciones, va algo mejor en conducción deportiva (cortesía de unas enormes levas fijas tras el volante), con un resultado global igualmente bueno.
En cuanto a precios, el Volkswagen Golf GTI arranca en 42.280 euros totalmente equipado y con el descuento oficial, mientras que el Renault Mégane R.S., con la campaña activa pero sin financiación, exige un cheque de 42.609 euros.
Fotos: Paloma Soria
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 1.898 cm3 |
POTENCIA | 300 CV a 420 rpm |
PAR MÁXIMO | 420 Nm |
V. MÁXIMA | 255 km/h |
ACELERACIÓN | 5,7 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 8,5 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.359 / 1.814 / 1.447 mm |
NEUMÁTICOS | 245 / 35 R 19 |
PESO EN VACÍO | 1.518 kg |
MALETERO | 384 l |
PRECIO | 48.365 € |
GAMA DESDE | 42.815 € (gama Mégane R.S.) |
CUOTA RENTING | 816 €/mes* |
LANZAMIETNO | Noviembre de 2020 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Frenada de emergencia automática; ayuda al arranque en pendiente; alerta por cambio involuntario de carril; control de velocidad de crucero; lector de señales de tráfico; control del ángulo muerto; iluminación FullLED; sensores de luz y lluvia; sensores de parking delanteros y traseros; cámara de visión trasera; selector de modos de conducción; diferencial delantero de deslizamiento limitado mecánico; dirección 4Control a las 4 ruedas; chasis Cup; selector de modos de conducción; cuadro de instrumentos digital de 10,2 pulgadas; sistema multimedia Easy Link con pantalla táctil de 9,3 pulgadas; navegador; Bluetooth; Android Auto y Apple CarPlay; retrovisor interior electrocrómico; climatizador bizona; acceso y arranque manos libres; asientos deportivos RS calefactables; volante en Alcantara; iluminación ambiental y llantas de aleación de 19 pulgadas.
Opciones: Pintura metalizada (540 euros); llantas de aleación de 19 pulgadas modelo Fuji Light (1.621 euros); Tapicería en Alcantara RS (1.513 euros); asientos tipo baquet Recaro (2.382 euros); Head-up Display a color (378 euros); telemetría RS Monitor (281 euros); control de velocidad de crucero adaptativo (432 euros); sistema de sonido Bose (864 t euros) y techo panorámico practicable (973 euros).
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 1.984 cm3 |
POTENCIA | 245 CV |
PAR MÁXIMO | 370 Nm |
V. MÁXIMA | 250 km/h |
ACELERACIÓN | 6,2 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 7,4 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.287 / 1.789 / 1.478 mm |
NEUMÁTICOS | 225 / 40 R 18 |
PESO EN VACÍO | 1.463 kg |
MALETERO | 374 l |
PRECIO | 42.280 € |
GAMA DESDE | 42.280 € (gama Golf GTI) |
CUOTA RENTING | 880 €/mes* |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2020 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Asistente de mantenimiento y alerta por cambio involuntario de carril; control del ángulo muerto; asistente de arranque en pendiente; asistente de luz de carretera; control de velocidad de crucero adaptativo con asistente en atascos; frenada de emergencia automática; detector de fatiga; lector de señales de tráfico; iluminación Matrix LED; sensores de luz y lluvia; sensores de parking delanteros y traseros; cámara de visión trasera; selector de modos de conducción; diferencial delantero de deslizamiento limitado con control electrónico; climatizador de tres zonas; cuadro de mandos digital de 10,2 pulgadas; sistema multimedia Discover media con pantalla táctil de 10 pulgadas; Bluetooth; navegador; conexión a Internet; Android Auto y Apple CarPlay; cargador inalámbrico para móviles; asientos delanteros deportivos, el del conductor con ajuste eléctrico y masaje; tapicería de tela Scale Paper; iluminación ambiental; retrovisor interior electrocrómico y llantas de aleación de 17 pulgadas.
Opciones: Pintura metalizada (610 euros); llantas de aleación de 18’’ (650 euros); tapicería en cuero (2.485 euros); suspensión adaptativa (865 euros); paquete Hola Confort: incluye acceso y arranque sin llave y sonido Harman Kardon (1.340 euros) y multimedia Discover Pro (610 euros).