Pasaporte japonés, formato SUV, enfoque familiar por tamaño y confort de marcha, una base tecnológica muy avanzada, etiquetas ECO gracias a sistemas híbridos… El Honda CR-V y el Toyota RAV4 son como almas gemelas, pero con diferentes maneras de entender la tecnología. Te explicamos por qué.
El Toyota RAV4 y el Honda CR-V llevan toda una vida enfrentados con argumentos similares…y ahora con un duelo híbrido sobre la mesa. Toyota es un referente en esto último, mientras que su rival se lo ha pensado y apuesta por una senda algo diferente. Digamos que es más eléctrico de funcionamiento, como veremos.
Gustos estéticos al margen, cada uno hace gala de su propia personalidad. También en el interior, donde la calidad en ambos es notable, como su habitabilidad. Detrás es más generoso en el espacio para las piernas el Honda CR-V y tiene la ventaja de que las puertas se abren 90 grados, facilitando el acceso. El Toyota RAV4 contraataca con un maletero más capaz (83 litros extra). La presentación es similar, más allá de que este último apueste por una pantalla flotante en el salpicadero y en el Honda lo ‘flotante’ sea la consola central.
Al margen de afinidad a la marca o gustos personales, las diferencias son mínimas, si bien cada uno comporta su personalidad. Derrochan tecnología y confort, son grandes rodadores para viajar en familia y muy eficientes gracias a sus sistemas híbridos.
Los elementos que forman su hibridación son también parecidos, pero el funcionamiento cambia. El Toyota RAV4 combina un motor de gasolina de 2,5 litros que opera con inyección directa e indirecta; rinde 177 CV. A su vera se sitúa un propulsor eléctrico de 120 CV y entre los dos firman una potencia total de 218 CV, caballería que se dirige al eje delantero; también contempla una variante 4×4 con 222 CV que añade un segundo motor eléctrico en el eje trasero.
En el Honda CR-V Hybrid el tándem está compuesto por un bloque 2.0 de 145 CV y otro eléctrico de 184 que fija la potencia total en la misma cifra. Y es así porque mientras en el Toyota el actor principal es el motor térmico, en el Honda predomina el uso eléctrico, que mueve las ruedas la mayor parte del tiempo. Lo hace en el modo EV, totalmente eléctrico, y en el Hybrid Drive porque el motor de gasolina mueve un generador que genera electricidad para cebar al propulsor eléctrico.
Solo en modo Engine Drive es la mecánica de sin plomo 95 la que se conecta directamente a las ruedas tras un bloqueo del embrague. Este escalón es el más activo en carretera, escenario donde el aporte eléctrico cede protagonismo. El vehículo gestiona directamente estos sistemas.
Luego hay diferencias en el cambio. El CR-V prescinde de una transmisión convencional y solo contempla una velocidad; su rival monta una caja e-CVT con variador continuo que añade un programa Sport de seis etapas, un tanto artificiales.
Por último, el sistema eléctrico se alimenta desde sendas baterías, de iones de litio en el CR-V y de níquel e hidruro metálico en el RAV4. La última tiene más capacidad, aunque será complicado alcanzar dos kilómetros de marcha eléctrica. Uno y otro presentan un mando EV para forzar esa conducción si hay carga en unas baterías que recuperan por efecto de la frenada regenerativa (en el Honda las levas del volante permiten gestionarla entre cuatro niveles de intensidad).
En los dos priman el refinamiento y la suavidad. No están pensados para correr, pero si lo hacemos el Toyota RAV4 registra mejores prestaciones y más nervio al acelerar. También registra mejores consumos viajando, cuando su sistema híbrido se muestra más eficiente.
Por su parte, el Honda CR-V es imbatible en ciudad y alrededores debido al mayor protagonismo del motor eléctrico, que puede asumir un 80 % del funcionamiento. En todo caso, puede firmar consumos medios de 6,5 litros, como su oponente. Meritorio, si tenemos en cuenta su potencia y peso (acarician 1.700 kg).
Su enfoque familiar se nota en espacio, confort de marcha y puesta a punto de chasis. En ambos podemos elegir entres modos de conducción ECO, Normal y Sport, pero no son productos especialmente ágiles si aparecen curvas. Tampoco ayudan sus cajas de cambio, suaves en conducción sosegada, pero ásperas si optamos por correr. Es así por el efecto ‘resbalamiento’ y la elevada sonoridad mecánica que inducen. Otra cosa: presentan 19 cm de altura libre al suelo, suficiente para sortear pistas de tierra facilonas, nada más.
Por último, señalar que van de la mano en cuanto a dotación de serie, sobre todo en el tan de moda capítulo de asistentes de conducción y seguridad, donde son lo más parecido a cajas fuertes sobre ruedas. También son generosos en cuanto a confort y conectividad. Lo dicho, almas gemelas, pero con diferente personalidad.
Fotos: Paloma Soria
Motor térmico | Gasolina, 4 cilindros en línea, atmosférico |
Cilindrada | 1.993 cm3 |
Potencia | 145 CV a 6.200 rpm |
Par máximo | 175 Nm a 4.000 rpm |
Motor eléctrico | Sincrono de imán permanente |
Potencia | 184 CV |
Par máximo | 315 Nm |
Batería | Iones de litio |
Potencia combinada | 184 CV |
Par máximo combinado | Nd. |
V. máxima | 180 km/h |
Aceleración | 8,8 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 6,9 l/100 km (mixto) |
Medidas | 4.600 / 1.855 / 1.679 mm |
Neumáticos | 235 / 60 R 18 |
Peso en vacío | 1.685 kg |
Maletero | 497-1.694 l |
Precio base | 37.500 € (34.600 € con dto.) |
Gama desde | 31.950-31.500 € (29.000 € con dto.) |
Cuota renting | 631 € / mes |
Lanzamiento | Febrero de 2019 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales.
De serie: Aviso de colisión frontal con frenada de emergencia; sistema de mantenimiento de carril; aviso de cambio de carril; limitador de velocidad inteligente; control de velocidad de crucero adaptativo con función de atascos; reconocimiento de señales de tráfico; luces de carretera inteligentes; llamada de emergencia eCall; asistente de arranque en pendiente; faros LED; lavafaros; control de la presión del aire en los neumáticos; freno de estacionamiento eléctrico; pantalla multi-información en color I-MID; climatizador bizona; sensores de luces y lluvia; ECON Mode; retrovisor interior electrocromático; sensores de aparcamiento delanteros y traseros; cámara de visión trasera; Honda Connect con navegador, pantalla táctil de 7’’ e internet; radio digital DAB; llantas de aleación de 18’’; alerón trasero y antena tipo aleta de tiburón.
Opcional: Pintura metalizada (650 €) y llantas de aleación de 18’’ con neumáticos Dunlop Sport MAXX (3.028 €).
Motor térmico | Gasolina, 4 cilindros en línea, atmosférico |
Cilindrada | 2.487 cm3 |
Potencia | 177 CV a 6.000 rpm |
Par máximo | 221 Nm entre 3.600 y 5.200 rpm |
Motor eléctrico | Síncrono de imán permanente |
Potencia | 120 CV |
Par máximo | 202 Nm |
Batería | Iones de litio |
Potencia combinada | 218 CV |
Par máximo combinado | N.d. |
V. máxima | 180 km/h |
Aceleración | 8,4 s (0 a 100 km/h) |
Consumo | 5,8 l/100 km (WLTP) |
Medidas | 4.600 / 1.855 / 1.685 mm |
Neumáticos | 225 / 60 R 18 |
Peso en vacío | 1.680 kg |
Maletero | 580-1.650 l |
Precio base | 38.200 € (36.100 € con dto.) |
Gama desde | 34.300 € |
Cuota renting | 596 € / mes |
Lanzamiento | Noviembre de 2018 |
*Importe aproximado para 4 años y 25.000 km anuales.
De serie: Toyota Safety Sense, con asistente precolisión, frenada de emergencia y reconocimiento de peatones y ciclistas, control de crucero adaptativo, control de crucero inteligente, reconocimiento de señales, luces de carretera inteligentes, aviso de cambio de carril involuntario con mantenimiento de la trayectoria; llamada de emergencia eCall; faros LED; cámara de visión trasera; asistente de arranque en pendiente; control de la presión del aire en los neumáticos; sensores de aparcamiento delanteros y traseros; sensores de luces y lluvia; portón eléctrico; tapicería de cuero; retrovisor interior electrocromático; acceso y arranque manos libres; freno de estacionamiento eléctrico; climatizador bizona; asiento del conductor con reglaje eléctrico; asientos delanteros calefactados; Toyota Touch 2 con pantalla táctil multifunción de 8’’; cargador inalámbrico para el móvil; cuadro de mandos TFT de 7’’; información del vehículo a través de la App MyT; llantas de aleación de 18’’; cristales traseros oscurecidos y barras en el techo.
Opcional: Pintura metalizada (600-1.250 €); navegador Touch 2 & Go (850 €); techo panorámico practicable (1.300 €) y Pack Aventura, con estribos laterales y placa protectora de entrada al maletero (700 €).