Texto: Gregorio Arroyo / Fotos: Paloma Soria
Los dos presumen de una vasta historia que supera cuatro décadas. Ambos han sabido adaptarse a los tiempos, creciendo y ofreciendo una tacto de conducción muy similar a la de los vehículos del segmento C (el siguiente, el de compactos) que les lleva a alejarse de la ciudad sin complejos. Y están curtidos en porque llevan toda la vida enfrentándose, en Europa y en nuestro mercado, donde contribuyeron a que los utilitarios fueran el segmento más vendido en 2017.
No entraremos a valorar el diseño exterior: para gustos los colores. Si acaso, un par de pinceladas: el Volkswagen Polo es un pelín más largo y ancho, mientras que el Ford Fiesta es de los pocos que sigue apostando por carrocerías de tres o cincopuertas. Más sustancia encontramos en el interior. El modelo alemán ha sido el utilitario de referencia durante décadas, pero el Fiesta ha dado un salto cualitativo abismal en esta última generación. Y más con el acabado Vignale que nos ocupa, que se remata con más calidad y con materiales más nobles, aunque la precisión en los ajustes y el tacto general se decantan del lado germano.
Diferencia apreciable
Si somos fanáticos de la habitabilidad, el Polo gana por goleada. En las plazas traseras ofrece más espacio para las piernas, mayor altura al techo y, sobre todo, mejor cota de anchura. Añade mayor capacidad de maletero (351 frente a 303 litros); blanco y en botella. De su amplia gama de motorizaciones nos decantamos por las preferencias actuales del mercado: gasolina y downsizing. Ambos recurren a un bloque tricilindrico de un litro para impulsarse, con 95 CV el Polo y redondeado a 100 CV el Fiesta. Inyección directa, pequeños turbocompresores de baja inercia y transmisiones automáticas para la gestión.
El Polo es más inmediato y brusco de funcionamiento. Todo parece llegar de golpe y las sensaciones, en una conducción dinámica, se multiplican. El cambio DSG de doble embrague y siete relaciones es, en buena parte, responsable. Por su parte, en el Fiesta todo es más refinado y suave de funcionamiento. La transmisión con convertidor de par y seis velocidades es más grata y sosegada: permite que el propulsor se muestre más lineal y progresivo. De hecho, lo es tanto que no parece que corra… hasta que comprobamos el velocímetro. Además, se mueve con mayor soltura en la parte baja del cuentarrevoluciones, y a la hora de aparcar no protagoniza tirones.
Por zanjar el tema: el Polo tiene más brío y presume de mejores prestaciones. Si nos gusta una conducción más dinámica, sería el elegido. Por su parte, el utilitario de Ford es más placentero si circulamos por ciudad o llevamos una conducción más sosegada. No es que no ande, simplemente transmite de forma más tranquila. Incluso aunque apostemos por el programa Sport. Una cosa más: que nadie tenga miedo a desagradables ruidos o vibraciones, solo los que tengan el paladar más fino serán conscientes de ello.
Dinámicas excelentes
También la igualdad se mantiene si analizamos sus comportamientos. Curiosamente, es en este apartado el Fiesta saca a relucir un talante dinámico más acusado. Mientras que en el Polo todo va como una balsa, con un compromiso ciego entre confort de marcha y comportamiento, cuando aparecen las curvas el exponente de Ford se muestra más ágil, divertido y comunicativo, gracias una dirección más directa y menos asistida. Los dos frenan estables, sin perder las formas, aunque no parece de recibo que monten tambores en las ruedas traseras. El consumo tampoco ayuda a la elección: el Fiesta exige 6,0 l/100 km de media, por los 5,7 l/100 km de su rival.
Queda por analizar equipamiento y precio. El acabado Vignale dispara un tanto la factura del Fiesta por su obsesión por el detalle y el trato preferencial del cliente a nivel de servicios de concesionario. ¿Solo por eso? Pues no. También se rodea de una dotación de serie más avanzada, tanto en seguridad como en conectividad, con elementos como la alerta por cambio de carril, un sistema de reconocimiento de señales de tráfico o el moderno asistente de infotainment SYNC 3.
Peaje obligado
Estos elementos, o muy similares, también están disponibles en el Volkswagen Polo Sport, toda vez que nace desde la plataforma MQB A0. Pero para poder disfrutarlos habrá que pasar por caja, situación que igualaría algo el coste final. En fin, tendrás que ser tú el que tengas la última palabra.
Ficha técnica del Ford Fiesta 1.0 Ecoboost 100 CV AT Vignale 5p
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 999 cm3 |
POTENCIA | 100 CV entre 4.500 y 6.500 rpm |
PAR MÁXIMO | 170 Nm entre 1.500 y 4.000 rpm |
V. MÁXIMA | 180 km/h |
ACELERACIÓN | 12,2 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 5,2 l/ 100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.040/1.735 / 1.476 mm |
NEUMÁTICOS | 205/ 45 R17 |
PESO EN VACÍO | 1.206 kg |
MALETERO | 303 l |
PRECIO | 22.095 € |
GAMA DESDE CUOTA RENTING | 15.145 € 424 €/mes |
LANZAMIENTO | Marzo de 2018 |
Ficha técnica del Volkswagen Polo 1.0 TSI 95 CV DSG7 Sport
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 999 cm3 |
POTENCIA | 95 CV entre 5.000 y 5.500 rpm |
PAR MÁXIMO | 175 Nm entre 2.000 y 3.500 rpm |
V. MÁXIMA | 187 km/h |
ACELERACIÓN | 10,8 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 4,7 l/ 100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.053/1.751 /1.461 mm |
NEUMÁTICOS | 195/ 55 R16 |
PESO EN VACÍO | 1.180 kg |
MALETERO | 351 l |
PRECIO | 19.450 € |
GAMA DESDE CUOTA RENTING | 14.740 € 426 €/mes |
LANZAMIENTO | Junio de 2017 |
Equipamiento del Ford Fiesta 1.0 Ecoboost 100 CV AT Vignale 5p
De serie: asistente de frenada de emergencia; alerta por cambio involuntario de carril; asistente de arranque en pendientes; control de velocidad de crucero; control de presión del aire en los neumáticos; alerta de fatiga del conductor; reconocimiento de señales de tráfico; sensores de aparcamiento traseros; retrovisor interior electrocrómico; acceso y arranque sin llave; climatizador; sensores de luces y lluvia; cuatro elevalunas eléctricos; retrovisores exteriores plegables eléctricamente; pantalla táctil de 8’’ con SYNC 3; limitación de uso Ford MyKey y Appel Car Play & Google Android Auto.
Opcional: pintura metalizada(425 €); Paquete City+, con aparcamiento asistido en línea y batería, cámara trasera y sensores de aparcamiento delanteros (375 €); paquete de control en carretera + seguridad activa (400 €); navegador (350 €); sistema de sonido B & O Play (400 €); cámara trasera (250 €); control del ángulo muerto BLIS + alerta de tráfico cruzado en la zaga (550 €); rueda de repuesto (100 €); protector de puertas (125 €); alarma perimétrica (150 €); techo panorámico (700 €); faros Full LED (550 €); llantas de aleación de 18’’ + cristales privacidad (500 €) y tapicería de piel Vignale (625 €).
Equipamiento del Volkswagen Polo 1.0 TSI 95 CV DSG7 Sport
De serie: Asistente Front Assist con frenada de emergencia en ciudad y reconocimiento de peatones; alerta de fatiga del conductor; control de la presión del aire en los neumáticos; App-Connect; climatizador bizona; asistente de arranque en pendientes; control de velocidad de crucero adaptativo; limitador de velocidad; radio Composition Media; sensores de luces y lluvia; cuatro elevalunas eléctricos; retrovisores termoeléctricos y cristales traseros tintados.
Opcional: Pintura metalizada (495 €); llantas de aleación de 17’’ (515 €); cuadro Digital Cockpit (375 €); asientos delanteros calefactados (310 €); cámara trasera (270 €); sensores de aparcamiento delanteros y traseros (455 €); selección de perfiles de conducción (130 €); sistema de aparcamiento asistido Park Assist (590 €); acceso y arranque sin llave Keyless Access (355 €); navegador Discover Media con pantalla táctil de 8’’ (760 €); control del ángulo muerto con asistente de salida de aparcamiento (290 €); faros de LED (985 €) y suspensión deportiva (150 €)