La fórmula no es nueva, pero funciona: basta vestir a un coche con los aderezos deportivos de la variante más ambiciosa de la gama (o al menos parecerse) para ‘engatusar’ al usuario que quiere marcar la diferencia en diseño.
Peugeot lleva tiempo haciéndolo con sus versiones GT Line, al igual que otras marcas como Volkswagen (R-Line), Ford (ST-Line), SEAT (FR)… Hyundai se suma con criterio a esta tendencia cada vez más extendida para configurar un compacto muy completo, con pocos puntos flacos en contra.
De esta forma, como puedes comprobar, tanto el Peugeot 308 como el Hyundai i30 entran por los ojos. Y eso a pesar de que si echamos un vistazo a sus especificaciones técnicas encontraremos mecánicas no para ser los más rápidos, sino para desenvolvernos en distintos escenarios con gran corrección y consumos, a priori, moderados.
Vestidos con paragolpes más llamativos y algún que otro aditivo estético, coinciden en apostar por motores de gasolina turboalimentados de solo tres cilindros y pequeña cilindrada. Surge la duda de si su rendimiento estará a la altura del excelente comportamiento dinámico que promulgan.
El 1.2 PureTech de Peugeot es el primero que despeja dudas, de la mano de un rédito superior a su adversario coreano en todo momento. Sus 130 CV dan mejor aceleración, pese a que en nuestra unidad el cambio automático de ocho marchas (también se vende con caja manual de seis) es algo lento partiendo de parado, para luego mostrar un funcionamiento más convincente y, ante todo, cómodo.
El caso es que esa combinación resulta alegre: el 308 se mueve con agilidad, incluso en carretera, donde su par más elevado (230 Nm por solo 171 del i30) le permite adelantar con más garantías.
Ese plus, aunque pequeño, de cubicaje y potencia en el francés deja en desventaja al más modesto bloque de solo un litro del i30. Su 1.0 T-GDi desarrolla 120 CV, caballería de corte más suave y dulce, una de las bazas que tiene frente al rival. Es de alabar lo bien que camufla su arquitectura, sin apenas vibraciones y con un sonido igualmente más contenido.
Es un propulsor que, sin sobresalir con altas prestaciones, rinde a un nivel adecuado, buscando zonas de giro altas y no solo circunscrito a espacios urbanos.
De cualquier modo, si valoramos la relación entre consumo y rendimiento, la balanza se decanta ligeramente hacia el compacto de la marca del león: a igualdad de gasto (medias en torno a 7 l/100 km) el 308 es un poco más veloz. Esta circunstancia saca a relucir las bondades de la función de desplazamiento por inercia (a vela), posibilitada por el cambio automático cuando se circula con el modo Eco puesto.
Dinámicamente, el conjunto dispuesto por Peugeot se siente más deportivo, lógicamente sin llegar a la puesta a punto mucho más ambiciosa del GTi y siempre bajo un buen equilibrio general. Quizá se deba a ese mayor brío y sonido de motor con más carácter, aparte de la posibilidad de activar un modo de conducción más deportivo con el opcional Driver Sport Pack.
Tras pulsar el botón correspondiente, situado tras la palanca de cambio, el 308 modifica muy ligeramente el tacto de la dirección, hace más sensible el pedal del gas, cambia la instrumentación a rojo (muestra en el centro indicadores de potencia, par y presión del turbo) y, sobre todo, modifica el sonido, a través de los altavoces (solución un tanto artificial que no termina de convencer).
En la casa coreana, por su parte, abogan por una deportividad ligera de lo más equilibrada. Más allá del aporte estético del acabado N Line, esta versión también comporta una revisión de la respuesta de motor y suspensión. Y añade discos de freno de 16 pulgadas en lugar de 15, según el fabricante.
Revisión a todas luces somera y que apenas altera el excelente tacto del i30. Un compacto ágil, de buena calidad de rodadura y que me ha gustado especialmente con el cambio manual, muy rápido y preciso (el automático no se contempla para esta mecánica).
Al fin y al cabo, tanto el Hyundai como el Peugeot son dos coches destacados de su competida categoría. En cuestiones de espacio van realmente parejos, con diferencias poco representativas en cotas como la altura trasera y la distancia entre filas, mejor en el primero, y más relevante en maletero, favorable al francés. Este, además, refleja un tono más vanguardista y de mejor calidad percibida, de nuevo con un singular puesto de mandos minimalista, con un volante pequeño al que tampoco se tarda mucho en acostumbrarse.
Enfrente, el i30 es más convencional, bien ejecutado pero con una dotación cerrada que limita la posibilidad de ampliar equipamiento. En esto, el Peugeot parte más básico, pero el catálogo abierto deja más espacio para configurarlo a medida de cada bolsillo.
Fotos: Paloma Soria.
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 1.199 cc |
POTENCIA | 130 CV a 5.500 rpm |
PAR MÁXIMO | 230 Nm a 1.750 rpm |
V. MÁXIMA | 205 km/h |
ACELERACIÓN | 9,8 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,0 l/100 km (mixto) |
MEDIDAS | 4.253 / 1.804 / 1.472 mm |
NEUMÁTICOS | 225 / 45 R17 |
PESO EN VACÍO | 1.279 kg |
MALETERO | 420 l |
PRECIO | 25.050 € |
GAMA DESDE | 16.850 € |
CUOTA RENTING | 489 €/mes* |
LANZAMIENTO | Junio de 2017 |
* Importe para 4 años y 25.000 km anuales.
TIPO DE MOTOR | Gasolina, 3 cilindros en línea, turboalimentado |
CILINDRADA | 998 cc |
POTENCIA | 120 CV a 6.000 rpm |
PAR MÁXIMO | 171 Nm entre 1.500 y 4.000 rpm |
V. MÁXIMA | 190 km/h |
ACELERACIÓN | 11,1 s (0 a 100 km/h) |
CONSUMO | 6,3 l/100 km |
MEDIDAS | 4.340 / 1.795 / 1.455 mm |
NEUMÁTICOS | 225 / 45 R 17 |
PESO EN VACÍO | 1.194 kg |
MALETERO | 395 l |
PRECIO | 25.375 € |
GAMA DESDE | 15.450 € |
CUOTA RENTING | 460 € / mes* |
LANZAMIENTO | Septiembre de 2018 |
* Importe para 4 años y 25.000 km anuales.
DE SERIE: control de crucero; faros Full LED; llantas de 17”; sensores de aparcamiento; retrovisores exteriores térmicos y abatibles eléctricamente; tapicería TEP/Oxford; climatizador bizona; acceso y arranque manos libres; pedales y reposapiés de aluminio; volante sport de cuero; navegación conectada 3D con pantalla táctil y Mirros Screen.
OPCIONES: pintura Rojo Ultimate (670 €); Park Assist y control de ángulo muerto (350 €); cámara trasera con vista 180º (400 €); Pack Drive Assist: incluye control de crucero adaptativo, frenada de emergencia Active Safety Brake y alerta de distancia de seguridad (600 €); Pack Safety: incluye detector de fatiga, mantenimiento de carril, luces de carretera automática y reconocimiento de señales (400 €); Driver Sport Pack: incluye calibración de cartografía de acelerador y visualización parámetros dinámicos (300 €) y Black Pack con llantas de 18 pulgadas (690 €).
DE SERIE: frenada de emergencia automática; alerta de colisión frontal; detector de fatiga; asistente de luces de carretera; asistente de arranque en pendiente; control de crucero; asistente de mantenimiento de carril; faros halógenos; luces diurnas, intermitentes y pilotos de LED; lantas de 17 pulgadas; frenos de disco de mayor diámetro; doble salida de escape; retrovisores térmicos y plegables eléctricamente; sensores de aparcamiento traseros con cámara; acceso y arranque sin llave; climatizador bizona; volante de cuero; asientos deportivos; pedales y reposapiés de aluminio; sistema multimedia con pantalla táctil de 8,0 pulgadas; Android Auto y Apple CarPlay; toma USB y auxiliar; cargador inalámbrico de móvil Qi y TomTom services live.
OPCIONES: Pintura Polar White (220 €) y pintura metalizada (470 €).