Aunque es todavía motivo de discusión, diversos estudios científicos aseveran que la primavera altera nuestros comportamientos. Tal vez se deba al tiempo cambiante, a los primeros rayos de sol o a los días más largos. Lo que está claro es que sentimos la necesidad de aprovechar más y mejor el tiempo. Y no se me ocurre mejor manera de hacerlo que a los mandos de alguno de estos descapotables, por un lado un MINI Cooper S Cabrio aut., y por otro un Abarth 124 Spider.
Las sensaciones al volante son todavía motivo de compra, pero son cada vez menos los fabricantes que proponen atractivos deportivos en tamaño bolsillo, incluidas versiones a cielo descubierto.
Ojo, porque son conceptos completamente antagónicos, pero vamos a ver que no hay uno más apetecible que otro. MINI, para empezar, acude a la carrocería Cabrio de su MINI One de 3 puertas convencional, algo que viene haciendo durante prácticamente toda la historia del urbanita. Emplea una plataforma de tracción delantera, techo de lona y cuatro plazas, las dos traseras casi testimoniales, aunque ahí están para sacarnos de apuros.
Abarth, por su parte, se apoya en la gama Fiat para sus creaciones, y el Abarth 124 Spider no es excepción. Parte de una plataforma de tracción trasera con solo dos plazas, pero también significativamente más ligera: el italiano aventaja a su contrincante en algo más de 250 kilogramos, precisamente uno de los reclamos del Abarht 124 Spider, que a su vez comparte chasis y multitud de elementos con el Mazda MX-5, modelo de desarrollo conjunto.
Como adelantaba, son dos conceptos deportivos muy diferentes, y eso influye en la imagen que proyectan. El MINI Cooper S pertenece al exclusivo segmento premium, aquél que cuida a su cliente con elevadísimos niveles de personalización y una calidad fuera de duda.
Pero no es un coche raro de ver, y para muestra unos datos: mientras que del MINI Cooper S se vendieron más de 1.000 unidades el pasado año, del Abarth 124 Spider solo se comercializaron algo más de 150. ¡Menuda diferencia!
¿Hace esto peor coche al Abarth? No necesariamente, pero sí es un vehículo más raro de ver, más de nicho, y eso que el precio es muy similar al del MINI, en el entorno de los 35.000 euros.
Lo que ocurre es que carece de la usabilidad del rival. Solo tiene dos plazas y 140 litros de maletero. Además, la capota de lona es totalmente manual, no hay posibilidad de abrir y cerrar eléctricamente, aunque siendo francos es tan pequeña y ligera que el coche se tapa y destapa en un santiamén, sin necesidad de bajarnos.
De igual modo, no ofrece demasiadas opciones de personalización y, si me apuran, tampoco de equipamiento. La dotación de serie es justa y no permite acceder ni a un sistema multimedia avanzado o a los últimos asistentes a la conducción, algo que su contrincante tiene muy presente, pues no falta de nada: asistente personal, conectividad a Internet, control de velocidad de crucero inteligente… Pena que por todo ello haya que pagar aparte, pues la factura acaba siendo abultada: si nos descuidamos, un MINI Cooper S Cabrio bien equipado puede superar los 45.000 euros.
En lo único que coinciden es en la configuración de motor, en ambos un bloque turboalimentado: de 1,4 litros y 170 CV en el Abarth 124 Spider y 2,0 litros y 192 CV en el MINI Cooper S Cabrio. Este último es un ‘hot hatch’ en toda regla, como dicen los anglosajones. Un vehículo muy prestacional con un empuje excelente en todo momento.
Diría incluso que la respuesta es demasiado impetuosa para el tren delantero, encargado de digerir la fuerza y de transmitirla al suelo. Es habitual encontrarnos con pérdidas de motricidad que, en cualquier caso, tampoco son descontroladas.
En el Abarth, que por cierto anuncia todavía mejores prestaciones con menos potencia, el propulsor turbo (a diferencia de su primo-hermano MX-5) va muy lleno en todo el régimen, pero en ningún momento parece empujar tanto como el MINI, o al menos lo hace de forma más comedida… lo que no quita que sea divertido.
Envía toda la energía al eje trasero. Esto, y su escasísimo peso, hacen de él un verdadero deportivo a tamaño compacto. Es muy fácil hacer deslizar la trasera, algo que gustará a los compradores sedientos de emociones e incluso a aquellos que tengan pensado entrar en circuito, puesto que este Abarth se presta a un uso más extremo en uno de esos ‘track day’.
De hecho, la verdadera diferencia entre uno y otro es el uso al que van destinados. El Abarth 124 Spider es un vehículo mucho más duro y rudo que el MINI Cooper S, en todos los sentidos. No dispone de las comodidades de su rival, como tampoco de un ajuste tan equilibrado.
Se aprecia un chasis más rígido y una suspensión más dura y seca, algo que claramente favorece las prestaciones, pero que hace un flaco favor al confort. Del mismo modo, el escape Record Monza es una maravilla por sonido, pero en ocasiones escandaloso y, a buen seguro, cansa en largos trayectos o uso intensivo.
El británico es más sofisticado en todos los sentidos. Sí, su chasis ‘se tuerce’ más en conducción deportiva, no es un coche para circuitos, pero a cambio ofrece un ajuste mucho más liviano potenciado por un selector de modos de conducción que puede actuar sobre la dureza de la suspensión, pasando de un coche firme a otro más confortable con el simple toque de un botón.
Tampoco emite un sonido cansado, simplemente ronco y deportivo acompañado de algunos gorgoteos al reducir (ha perdido el adictivo petardeo que tanto caracterizaba a los MINI Cooper S). Es, en definitiva, mucho más utilizable en el día a día.
Luego está el tema de la capota, eléctrica en el MINI y con dos posiciones: una que emula un techo solar y otra completamente abierta. Hay dos problemas. Primero, que una vez abatida prácticamente elimina la visión por el retrovisor central, y segundo, que es necesario montar un deflector de viento manualmente que elimina literalmente las plazas traseras.
En el Abarth es todo más sencillo: descapotas y punto. A cambio, está algo peor insonorizado, aunque en cualquier caso no es algo determinante.
Hablando de configuraciones, ambos ofrecen versiones de cambio manual o automático opcional, pero mientras que en el MINI Cabrio debemos elegir entre una excelente palanca de seis relaciones o una avanzada transmisión de doble embrague con siete, en el Abarth 124 Spider la alternativa automática es dar claramente un paso atrás, porque esa transmisión es más lenta y menos eficiente que su maravillosa y deliciosa alter ego manual.
Fotos: Paloma Soria
| TIPO DE MOTOR | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
| CILINDRADA | 1.998 cm3 |
| POTENCIA | 192 CV entre 5.000 y 6.000 rpm |
| PAR MÁXIMO | 280 Nm entre 1.350 y 4.600 rpm |
| V. MÁXIMA | 230 km/h |
| ACELERACIÓN | 7,1 s (0 a 100 km/h) |
| CONSUMO | 5,7 l/100 km (mixto) |
| MEDIDAS | 3.850 / 1.727 / 1.415 mm |
| NEUMÁTICOS | 205 / 45 R 17 |
| PESO EN VACÍO | 1.390 kg |
| MALETERO | 215 / 160 l |
| PRECIO | 36.550 € |
| GAMA DESDE | 24.850 € |
| CUOTA RENTING | 684 €/mes* |
| LANZAMIENTO | Marzo de 2018 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Control de velocidad de crucero; detector de fatiga; asistente de arranque en pendiente; iluminación LED; pilotos LED; sensor de lluvia; selector de modos de conducción; sensores de parking traseros; climatizador bizona; sistema multimedia con pantalla de 6,5 pulgadas; asientos delanteros deportivos, reposabrazos central; retrovisores eléctricos y calefactables y llantas de 16 pulgadas.
Opcional: Pintura metalizada (500 €); llantas de 18 pulgadas (1.200 €); capota MINI Yours con Union Jack (850 €); tapicería MINI Yours en cuero (1.700 €); paquete Driving Assistant –incluye asistente de frenada de emergencia, asistente de luz de carretera y lector de señales de tráfico– (1.000 €); control de velocidad de crucero adaptativo (420 €); chasis adaptativo (550 €); cámara de marcha atrás (350 €); Head-up Display (550 €); acceso sin llave (300 €); paquete Chili –incluye iluminación ambiente avanzada, asientos del acompañante con ajuste en altura, tapicería cuero/tela y llantas de 17 pulgadas (1.500 €); deflector de viento (300 €); Connected Navigation Plus – incluye navegador, Apple CarPlay y carga inalámbrica para móviles– (2.000 €) y sonido Harman Kardon (850 €).
| TIPO DE MOTOR | Gasolina, 4 cilindros en línea, turboalimentado |
| CILINDRADA | 1.368 cm3 |
| POTENCIA | 170 CV a 5.0000 rpm |
| PAR MÁXIMO | 250 Nm a 2.500 rpm |
| V. MÁXIMA | 232 km/h |
| ACELERACIÓN | 6,8 s (0 a 100 km/h) |
| CONSUMO | 6,4 l/100 km (mixto) |
| MEDIDAS | 4.054 / 1.740 / 1.233 |
| NEUMÁTICOS | 205 / 45 R 17 |
| PESO EN VACÍO | 1.135 kg |
| MALETERO | 140 l |
| PRECIO | 34.300 € |
| GAMA DESDE | 34.300 € |
| CUOTA RENTING | 825 €/mes |
| LANZAMIENTO | Noviembre de 2016 |
*Importe calculado sobre 4 años y 25.000 km anuales
De serie: Control de velocidad de crucero; diferencial trasero de deslizamiento limitado; selector de modos de conducción; faros bixenón; aire acondicionado; acceso y arranque sin llave; asientos deportivos tipo baquet Corsa by Sabelt; tapicería y volante en piel; asientos calefactables; retrovisores calefactables y llantas de 17 pulgadas Abarth Corsa.
Opcional: Pintura metalizada (850 €); paquete Radio Plus –incluye climatizador automático, premium audio con MP3 y Bluetooth y radio digital DAB– (1.300 €); escape cuádruple Record Monza (1.270 €); pinzas de freno Brembo (2.000 €) y sistema de sonido Bose (800 €).