Lujo, presencia, elegancia y potentes motores turbodiésel acompañan a dos auténticos pesos pesados del segmento. Por un lado el BMW X5, por otra el Volkswagen Touareg, dos todoterrenos en el sentido más amplio de la palabra que rebosan espacio y, sobre todo, tecnología en estas, sus últimas generaciones.
Como en otros muchos segmentos, los grandes SUV se han adueñado también de la clase business. Son las berlinas de representación de nuestros días. Y no es para menos. El altísimo nivel al que han llegado los nuevos BMW X5 y Volkswagen Touareg, ambos recientemente estrenados en su última entrega, no deja lugar a dudas sobre cuál es su público objetivo.
A la vista del precio final de estos colosos, en la configuración comparada por encima de 80.000 euros (con atuendos deportivos M Sport y R-Line) se posicionan como productos exclusivos solo aptos para economías saneadas.
En esa factura incluyen una calidad de fabricación de primer orden, aparte de mucha carga tecnológica (esa también se paga aparte, más de lo que gustaría) y potentes motores turbodiésel, los más adecuados para que se muevan con agilidad.
El Volkswagen es más como una marca generalista de clase alta, frente a BMW, entre las denominadas de prestigio, no parece tan clara la distancia entre fabricantes. En realidad, los dos luchan por la misma corona.
El Volkswagen Touareg de tercera generación reclama su liderazgo sin complejos. Es el portaestandarte de la marca. Y, en esta edición, el paso adelante es importante. Su planteamiento exterior es reconocible en los últimos Volkswagen Tiguan e incluso en el Volkswagen Arteon. Aunque la enorme calandra le confiere más músculo, en general sus líneas consiguen crear un formato más dinámico y, desde luego, llamativo.
También el BMW X5 de cuarta generación se ajusta a esas premisas, aún desde un punto más continuista con el anterior. Ambos se ponen de acuerdo para aumentar talla: el Volkswagen Touareg crece a lo largo 77 mm, por 36 de su rival en esa cota, y también estiran ligeramente otras mediciones.
Dentro, el espacio abunda. Y la vida a bordo es de lo más gratificante. El BMW X5 guarda un duro as en la manga: puede montar siete asientos en opción. De igual modo, ofrece un acceso más cómodo al enorme maletero (650 litros) a través de un portón de doble apertura, la parte superior con accionamiento eléctrico de serie, función opcional para la compuerta inferior que, al abrirla, deja el umbral de carga más bajo y hasta permite sentarse en ella.
El Volkswagen Touareg, en cambio, sin posibilidad de adoptar tercera fila de asientos, prefiere que sus pasajeros traseros tengan un espacio más flexible. La banqueta trasera se mueve longitudinalmente para dejar un hueco enorme para las piernas o bien ganar litros al portaequipajes, variable desde 615 litros, en la configuración más retrasada de esas plazas, hasta unos sobresalientes 810 litros.
Estos grandes SUV asumen una nueva identidad interior bajo la norma digital que va imponiéndose en el mercado. El del Volkswagen Touareg apuesta por un inmenso puesto de control con dos paneles digitales; uno de 12 pulgadas para la instrumentación, con vistas más personalizables que el rival; otro descomunal de 15 (de serie en el acabado R-Line) que ofrece una superlativa experiencia multimedia.
Aglutina casi todas las funciones del vehículo, lo que deja el salpicadero prácticamente libre de botones. En contra, aparte de desviar mucho la atención (hasta que te haces a ella), con tanta superficie es más fácil que se generen reflejos.
El BMW X5 saca pecho con la disposición habitual en la casa, un display central en formato panorámico de 12,3 pulgadas, el mismo tamaño que el dispuesto para el cuadro de relojes.
Excelente lectura en ambos de toda la información y mucha profundidad para un infotainment que, apoyado en un mando multicontrol físico (también cuenta con manejo por gestos, táctil y por voz) brinda una experiencia de uso más ágil. Además, mantiene con buen criterio el climatizador fuera del sistema, con sus propios botones, accesibles sin tocar la pantalla.
El tono refinado prosigue cuando echan a andar, delimitando su ámbito de utilización, a priori muy asfáltico. Obvia decir que en ciudad son algo aparatosos, por dimensiones más que por carácter, aunque en carretera sorprenden para bien. En el BMW X5 encuentro un tacto ligeramente más sólido de amortiguación.
Al pisar sobre juntas de dilatación o baches de poca entidad transfiere antes al habitáculo, siempre valorando unos altos niveles de confort y una calidad de rodadura soberbia en la que la dirección aporta mucha precisión y percepción de seguridad.
El Volkswagen Touareg se mueve más, como si su carrocería ‘bailase’ muy suavemente para filtrar con total eficacia las irregularidades del piso. No obstante, a altas velocidades la estabilidad es magnífica, en línea con el BMW X5.
En ambos la ruta discurre sin apreciar fatiga en el pasaje, muy bien aislados de ruidos gracias a la excelente insonorización de sus habitáculos.
Sus cualidades dinámicas no acaban aquí. Tienen armas suficientes como para destacar también en campo, pese a que los aditivos deportivos de estas versiones no invitan a grandes alegrías. El Volkswagen Touareg ha perdido algo del tono off road de ediciones anteriores.
Sus voladizos son más largos pero, como en su rival ineludible, la tracción total 4Motion trabaja muy bien. Además, numerosos modos de conducción facilitan la marcha atendiendo a diferentes condiciones y parámetros.
Como el BMW X5, que por primera vez estrena un completo paquete xOffroad y programas de uso específico para diversos terrenos (opcional, por 3.136 €). El complemento perfecto para un esquema de tracción integral xDrive inteligente que puede transmitir toda la potencia exclusivamente al eje trasero.
Y por fuerza que no sea. El Volkswagen Tiguan, de momento, solo oferta dos variantes turbodiésel sobre el mismo bloque 3.0 V6. La unidad probada corresponde a la declinación de 286 CV, tan poderosa como comedida en sonido y hasta consumo. Porque, con más de dos toneladas en movimiento y sus buenas prestaciones, una media de entre 8 y 9 l/100 km no está nada mal.
En todo el régimen de uso, el Volkswagen Touareg manifiesta un empuje constante, algo superior al del BMW X5, aun sin contar con un cambio automático tan rápido como el bávaro. El xDrive30d, de configuración y cilindrada parejas, rinde igualmente con nota. Son 265 CV dispuestos para lograr una aceleración más abrupta, incluso con un gasto unas décimas menor al adversario.
Como colofón, los dos afrontan otra lucha de poder al ofrecer equipamientos de vanguardia, entre otros, con suspensión neumática, ejes traseros direccionales, conducción asistida, avanzados sistemas de iluminación… Una lucha de titanes igualadísima.
Fotos: Paloma Soria
| TIPO DE MOTOR | Diésel, 6 cilindros en línea, turboalimentado |
| CILINDRADA | 2.993 cm3 |
| POTENCIA | 265 CV a 4.000 rpm |
| PAR MÁXIMO | 620 Nm entre 2.000 y 2.500 rpm |
| V. MÁXIMA | 230 km/h (autolimitada) |
| ACELERACIÓN | 6,5 s (0 a 100 km/h) |
| CONSUMO | 6,0 l/100 km (mixto) |
| MEDIDAS | 4.922 / 2.004 / 1.745 mm |
| NEUMÁTICOS | 275 / 45 R 20 (del.); 305 / 40 R 20 (tras.) |
| PESO EN VACÍO | 2.110 kg |
| MALETERO | 650 l |
| PRECIO | 85.722 € |
| GAMA DESDE | 72.800 € |
| CUOTA RENTING | 1.322 €/mes |
| LANZAMIENTO | Noviembre de 2018 |
De serie: Frenada de emergencia automática con alerta de colisión; control de descenso; control de crucero con función de frenado; suspensión M adaptativa; freno deportivo M; faros de LED; luces de frenos dinámicas; llantas de 20 pulgadas; portón trasero eléctrico; asistente de aparcamiento con cámara trasera; tapicería de cuero; asientos delanteros eléctricos; instrumentación digital; sistema multimedia con navegador y pantalla táctil de 12,3”; Apple CarPlay; servicios Connected Drive y Teleservices.
Opcional: Pintura metalizada (1.230 euros); faros láser (2.367 euros); techo panorámico Sky Lounge (3.255 euros); calefacción en reposabrazos y consola central (888 euros); asientos delanteros calefactables (450 euros) y con masaje (1.302 euros); control gestual (296 euros); Head-up display (1.645 euros); Driving Assistant Professional: control de crucero adaptativo con asistente de dirección, control de ángulo muerto y cambio de carril, prevención de colisión trasera y reconocimiento de señales (3.077 euros); asistente de aparcamiento con cámara de visión panorámica 360º (1.420 euros); visión nocturna (2.485 euros); asientos delanteros ventilados (1.006 euros); sonido Bowers & Wilkins (6.509 euros); aplicación de cristal para elementos interiores (769 euros); eje trasero direccional (1.479 euros); suspensión neumática (2.485 euros); paquete xOffroad (3.136 euros) y siete asientos (2.488 euros).
| TIPO DE MOTOR | Diésel, 6 cilindros en V, turboalimentado |
| CILINDRADA | 2.967 cm3 |
| POTENCIA | 286 CV entre 3.500 y 4.000 rpm |
| PAR MÁXIMO | 600 Nm entre 2.250 y 3.250 rpm |
| V. MÁXIMA | 235 km/h |
| ACELERACIÓN | 6,1 s (0 a 100 km/h) |
| CONSUMO | 6,6 l/100 km (mixto) |
| MEDIDAS | 4.878 / 1.984 / 1.717 mm |
| NEUMÁTICOS | 285 / 45 R 20 |
| PESO EN VACÍO | 2.070 kg |
| MALETERO | 615 l |
| PRECIO | 81.125 € |
| GAMA DESDE | 64.715 € |
| CUOTA RENTING | 1.524 €/mes |
| LANZAMIENTO | Julio de 2018 |
De Serie: Frenada de emergencia automática; control de velocidad de crucero adaptativo; reconocimiento de señales de tráfico; asistente de mantenimiento de carril; faros y pilotos de LED; paquete de lanzamiento R-Line; retrovisores exteriores eléctricos; cámara de visión trasera; techo solar panorámico; llantas de 20 pulgadas; portón trasero eléctrico; entrada y arranque sin llave; climatizador bizona; selector de modos de conducción; instrumentación digital de 12 pulgadas; Head-up Display; asientos delanteros ergoComfort de ajuste eléctrico; tapicería de cuero; volante R-Line calefactable; sistema multimedia Discover Premium de 15 pulgadas con navegador; Bluetooth y carga de móvil por inducción Qi.
Opcional: Pintura blanco puro (sin coste) y metalizada (1.345 euros); faros Matrix LED IQ.LIGHT (2.170 euros); Paquete exterior R-Line Black Style (3.025 euros); tapicería de cuero Savonna con asientos calefactables (1.265 euros); asientos delanteros ventilados y con masaje (1.520 euros); climatizador de 4 zonas (1.025 euros); suspensión neumática con eje trasero direccional y estabilizadoras activas (6.860 euros); asistente de visión nocturna (2.115 euros); paquete de asistente de conducción Premium (1.140 euros); cierre servoasistido de puertas (675 euros) y sonido DYNAUDIO Consequence 730 W (1.860 euros).