Comparativa Audi A8 50 TDI quattro Tiptronic vs. BMW 730d, lucha de titanes

Texto: Gregorio Arroyo/ Fotos: Paloma Soria.

Se odian y a la vez se necesitan para hacerse mejores. Estamos ante dos de los vehículos más avanzados y sofisticados del mercado; dos salones rodantes que miman a sus ocupantes, dos transatlánticos con consumos casi de utilitarios. Son tan perfectos que la elección es fácil: el que no quieras, para mí.

Llevan toda la vida enfrentándose, odiándose y complementándose. Cuando sale uno con todo lo que la marca es capaz de aplicar en su automóvil en ese momento, al poco tiempo ve como su rival le supera con nuevas invenciones. Quizá sean los dos automóviles, junto el Mercedes-Benz Clase S , más avanzados del momento en términos de confort, seguridad, eficiencia o conectividad.

Difícil decisión

Decantarse por uno u otro es cuestión de afinidad a la marca, gustos estéticos y poco más, porque la igualdad es casi total. Se disfrutan al volante a pesar de superar los cinco metros de longitud. Y también detrás, porque son modelos de empresa para altos directivos. Como no lo soy y no tengo chófer, mi pena es que no he podido disfrutarlos detrás en marcha, pero me hago una idea.

El último siempre parte con cierta ventaja. Es el caso del Audi A8 . Su puesta en escena interior es más sofisticada. No por el cuadro configurable, que también porta el BMW Serie 7 , sino por detalles como unas salidas de aire activas o las dos pantallas táctiles del salpicadero, que dejan un tanto anticuada a la de su rival, a pesar de que en el BMW está mejor situada (no hay que desviar la mirada hacia abajo); y presume de un control gestual más de cara a la galería que otra cosa.

Suntuosos

Detrás la contienda se iguala. Nadan en la abundancia en cuanto a centímetros se refiere, pese a que la plaza central es infumable. Mejor no utilizarla y abrir los apoyabrazos, que se convierten en ambos casos en un centro de mando desde el que podemos gobernar gran parte de las funciones del vehículo, salvo la conducción, lógicamente. Y eso que el Audi A8 ya presenta un nivel 3 de conducción autónoma tan avanzado que todavía no está regulado en países como el nuestro, para utilizarlo al completo.

Enumerar los elementos tecnológicos de estos colosos nos llevaría días, así que basta con echar un vistazo a las fichas de equipamiento que al final mostramos para hacernos a la idea. Impresiona comprobar que, pese a su corpulencia, se manejan como pesos pluma. El Audi es experto en aligerar “kilos” tratando el aluminio, y BMW lo borda usando estratégicamente fibra de carbono.

Por eso son más ágiles de lo que pueda parecer. Por eso, y por sus magníficos chasis, además de aliados como una suspensión neumática que se ofrece de serie y detalles como una dirección a las cuatro ruedas o la tracción total que asocia sí o sí el Audi A8 para convertirlo en una lapa.

Toca romper el cerdito

En el BMW 730d, la versión de acceso a la gama Serie 7 que nos ocupa, la propulsión es la que dota al conjunto de un talante algo más deportivo. Pero no nos pasemos, porque aunque corren su enfoque no es ese precisamente. Sí que notaremos un tacto de dirección más aseado que en el Audi . En su defensa decir que, si se desea, también dispone la variante BMW 730d xDrive con tracción total.

Bajo el capó la oferta da para mucho. Es curioso que el cuestionado y arrinconado diésel cobre más razón de ser en este supersegmento premium que en el resto. Primero, porque son motores diésel que no lo parecen. Hace falta ser adivino para intuir su naturaleza, pues son tan refinados y están tan bien insonorizados que no llegan los decibelios al interior. Y, segundo, porque ofrecen un rendimiento bestial y un consumo casi de risa.

Por dos vías

Ambos apuestan por bloques de 3,0 litros, seis cilindros y sobrealimentación aunque llegan por diferentes caminos: una configuración en V en el Audi A8 50 TDI y en línea el BMW 730d. El Audi es más potente (286 frente a 265 CV), pero el motor del BMW presume de mayor par máximo.

Eso y su menor peso al prescindir de la tracción total iguala enormemente las prestaciones. En ambos los propulsores se gestionan por medio de sendas transmisiones automáticas de ocho relaciones con convertidor; una delicia por su suavidad y rapidez de funcionamiento. El conductor puede optar por varios perfiles de ‘personalidad’: desde el más dinámico, pasando por el más confortable hasta el más eficiente.

Espacio para el cuidado medioambiental

Uno y otro cuentan con navegación a vela, más sofisticada en el Audi A8. El motivo es su motor-generador alimentado por un novedoso sistema eléctrico primario de 48 voltios que arranca el propulsor térmico en las fases start/stop y en la marcha por inercia, además de recuperar energía en deceleraciones/retenciones y almacernarla en una batería de ión-litio. Todo eso le sirve para lograr la ansiada etiqueta ECO de la DGT. Increíble, ¿verdad? Lo cierto es que sorprenden los consumos de estas fortalezas rodantes, que rondan los 7,5 l/100 km de media real.

Lógicamente, disfrutar estas berlinas vip no está al alcance de todos. Acarician los seis dígitos en su factura inicial, pero como nos dejemos llevar por la carta de opcionales duplicaremos la cifra.

Audi al detalle

Equipamiento  Audi A8 50 TDI quattro Tiptronic

De serie: 8 airbags; Audi pre sense city con protección de peatones y ciclistas; faros LED; suspensión neumática; control de arranque en pendientes; MMI navegación plus; Audi virtual cockpit de 12,3 pulgadas; Audi Sound System de 180 vatios; asientos delanteros eléctricos y calefactados; climatizador bizona; Audi Drive Select; cámara de visión trasera; control de velocidad de crucero y limitador de velocidad; alerta de cambio de carril; audi parking system plus delantero y trasero; pantalla táctil superior del MMI de 10,1 pulgadas e inferior del MMI de 8,6 pulgadas.

Opcional: Dirección en las cuatro ruedas (2.385 t); faros Audi HD Matrix Led (1.955 t); faros traseros OLED (2.320 t) asistente de visión nocturna (2.750 t); Head up Display (1.700 t); cámara 360º (1.000 t); Paquete de asistentes Tour, con crucero adaptativo, Traffic Jump Assist, asistentes de emergencia, de esquiva, de giro y pre sense front plus (2.935 t); reconocimiento señales de tráfico (245 t); aparcamiento automático Audi Park Assist (490 t); climatizador cuatro zonas (1.515 t); techo eléctrico (1.965 t) y control remoto en las plazas traseras (600 t).

BMW al detalle

Equipamiento BMW 730d

De serie: Sistema de navegación; carga inalámbrica del móvil; mando BMW Display Key; cuadro de mandos configurable y multifuncional; asistente de seguridad Driving Assistant; sensores de aparcamiento delanteros y traseros; asistente de luz de carretera; asistente de arranque en pendiente; cámara trasera; suspensión neumática; tapa del maletero eléctrica; climatizador bizona; controlador iDrive en consola central;  pantalla táctil de 10,25’’ con control por gestos; control de crucero con función de frenado y limitador de velocidad; levas en el volante;  llamada de emergencia inteligente; reconocimiento de señales de tráfico; asistente precolisión.

Opcional: Dirección en las cuatro ruedas (1.716 t); faros LED adaptativos (2.071 t); asistente de visión nocturna (2.604 t); asistente de conducción semiautónoma Driving Assistant Plus (3.669 t); aparcamiento por control remoto (651 t); climatizador de cuatro ambientes (1.030 t); función de televisión (1.479 t); sistema de sonido Bowers & Wilkins Diamond (6.687 t); techo eléctrico solar (1.763 t); visión panorámica del vehículo Surround View (296 t); control de crucero adaptativo con función Stop&Go (2.249 t) y barras estabilizadoras activas Executive Drive Pro (3.491 t);